Tensiones geopolíticas y sus efectos
BORJA DE LA CRUZ, ASESORAMIENTO Y GESTIÓN PATRIMONIAL
20/02/2022
Desde principios de año se han vivido momentos de elevada tensión geopolítica derivada de la situación que se vive entre las fronteras de Ucrania y Rusia. La escalada de un posible conflicto bélico tiene impactos, como es lógico, en la economía y en los mercados financieros. Estos últimos se han tornado aún más volátiles desde el aumento de estas tensiones.
Sin entrar en la cuestión de si el conflicto existente es válido, si hay incitación al mismo, o del motivo subyacente origen de estas fricciones, consideramos importante valorar las consecuencias sobre el comportamiento de los activos financieros con riesgo y cotizados, ya que es donde la mayoría de la población puede invertir sus ahorros.
En primer lugar, desde que han crecido las preocupaciones acerca de un posible conflicto bélico, las bolsas de todo el mundo se tornaron negativas, registrando importantes descensos, sobre todo en los valores asociados con la tecnología, véase, por ejemplo, que la rentabilidad en lo que va de año, en los principales índices bursátiles, es negativa: S&P500 -8%; EuroStoxx50 -5% y NASDAQ -12%. En cualquier caso, este descenso generalizado en las valoraciones venía ya motivado por las estimaciones de subida de los tipos de interés por parte de los principales bancos centrales ante una inflación desatada. Por tanto, si a un entorno en el que se van endureciendo las políticas monetarias, le añadimos la incertidumbre derivada de un potencial conflicto militar internacional, se propicia un escenario de creciente volatilidad, pero con una connotación más pesimista para las acciones de las compañías que aún no son rentables y que están en plena fase de crecimiento.
No obstante, conviene resaltar que la volatilidad no es necesariamente mala, ¿por qué? Pues debido a este contexto, hay compañías de calidad que también han sufrido correcciones, aunque en menor medida que las apuntadas anteriormente, presentando unas valoraciones más atractivas y convirtiéndose en oportunidades claras de compra. Por otra parte, tenemos a las materias primas, principalmente las relacionadas con la energía, que han registrado importantes alzas en sus valoraciones: el barril de Brent ha tenido unas ganancias, en lo que va de año, de +17%; el Gas Natural de +23%; el Aluminio +16%; el Níquel +15% y el Acero un +6%. Para explicar el porqué de este rally a comienzo de año, debemos tratar de observar la situación con una visión “panorámica” o global. Por un lado, las naciones involucradas en el conflicto, principalmente Rusia y Ucrania, son grandes exportadores de estas materias primas. Por otro lado, Europa es completamente dependiente en materia energética de Rusia. Por último, encontramos que la demanda mundial para metales como el aluminio y el níquel sigue siendo elevada. En conclusión, los mercados de materias primas, como cualquier otro, funcionan a través de la ley de oferta-demanda y un posible conflicto bélico reduce materialmente la curva de la oferta mientras que la demanda se mantiene estable o en crecimiento. Es por esto por lo que se explica el rally de las materias primas en lo que va de año. Como nadie puede predecir con exactitud que pasará entre los países involucrados, pensamos que la elevada volatilidad continuará en los mercados hasta que se aclare o disipe la situación, siendo la inflación el otro principal foco desestabilizador. Es por ello por lo que resulta necesario (i) encontrar compañías de calidad que sean capaces de resistir de mejor manera estos momentos de incertidumbre, (ii) incorporar activos en las carteras que introduzcan descorrelación con las bolsas, como por ejemplo el oro, máxime en etapas inflacionistas, y (iii) siempre abogar por una gestión activa que nos permita rotar la cartera, e ir encontrando nuevas oportunidades de inversión que nos confiera seguridad a través de un minucioso seguimiento y control de la misma. Desde Cross Capital consideramos que esta es la mejor manera de conseguir rendimientos bursátiles consistentes a largo plazo.
Las comparaciones son odiosas, pero aún nos queda un camino largo por recorrer cuando hablamos del nivel de cultura financiera nacional con respecto a otros países como Estados Unidos o el Reino Unido. El Banco de España y la Comisión Nacional del Mercado de Valores han realizado encuestas a la población comprendida entre 18 y 79 años, donde se evidencia que sus conocimientos financieros son “bajos” o “muy bajos”, reconociendo así la necesidad de mejorar en este ámbito de conocimiento y habilitarles para optimizar la gestión de sus propias finanzas.