Reflexiones sobre el futuro de la IA
31/03/2025
Los últimos acontecimientos en relación con la tendencia más grande y fuerte que hemos tenido en mucho tiempo, la inteligencia artificial, hacen indicar que el nivel de evolución de los modelos es imparable. Cada vez se consiguen modelos más rápidos, eficientes e inteligentes y a un ritmo vertiginoso. El anuncio de DeepSeek ha creado muchas preguntas en cuanto a la inversión llevada a cabo por parte de las grandes tecnológicas.
Asumiendo que lo que se ha comentado de DeepSeek es cierto, ¿qué pasará con toda la infraestructura creada? ¿qué pasará con toda la infraestructura que se proyectaba crear? ¿Qué pasará con la inversión en GPUs, en centros de datos, en centrales térmicas (carbón, gas o nucleares) que se supone que alimentarían esta demanda de energía adicional, la inversión en la mejora de la infraestructura eléctrica? ¿qué pasará con los retornos en la inversión ya creada? Este tipo de preguntas, desde el punto de vista de los accionistas de las compañías involucradas en esta tendencia, requieren respuesta, así como tratar de plantearnos los posibles futuros escenarios.
En el caso de que las necesidades de cómputo para entrenar modelos sean significativamente inferiores a las que se proyectaban, el retorno en todo este tipo de infraestructura ya creada será mucho más bajo de lo estimado: es una situación parecida a la que ocurrió en los 2000 con el cableado de internet. Y no es por ser pájaro de mal agüero, pero es un escenario completamente factible, teniendo en cuenta a la velocidad a la que evolucionan los diferentes LLMs (large language models).
Este caso, se pondría en entredicho la enorme cantidad de gastos en capital (CapEx) que han realizado los equipos directivos de las diferentes compañías involucradas. CapEx que no se habrá tirado a la basura porque así ya se tiene la infraestructura creada para el futuro, que seguro que hará falta, pero sí que será un CapEx con un retorno sobre la inversión (ROI) mucho menor de lo esperado, ya que el repago de estas inversiones se alargaría en el tiempo.
Por otro lado, también debemos pensar en los modelos de negocio de las compañías beneficiadas de todo este alto CapEx. Compañías como NVIDIA, Broadcom, TSMC etc., cuyos modelos de negocio se han visto altamente beneficiados de este enorme gasto de los creadores de LLMs. Pero ¿podrán seguir manteniendo estos ritmos de crecimiento y rentabilidad? La lógica nos dicta a pensar que seguramente se vean perjudicados, en gran medida, por los recortes de CapEx futuro de estas grandes tecnológicas.
Por último, ¿qué pasará con toda la infraestructura/proyectos de soporte que se pretenden crear? Esto afectaría sobre todo a la infraestructura en energía (las centrales comentadas al principio), a las inversiones en redes eléctricas y a los precios de la energía. Probablemente estos proyectos se paralicen y los precios energéticos, por esta parte, puedan acabar sufriendo debido a una menor demanda.
En este supuesto, que no digamos que vaya a ocurrir, sino que es un posible escenario a tener en consideración, gran parte de las compañías con gran retorno en bolsa de los últimos años se verían afectadas negativamente y, a su vez los índices, debido al gran peso de dichas compañías en éstos. Consideramos que todas estas preguntas son perfectamente válidas y, además, necesarias para cualquier accionista, actual o prospectivo, de cualquier compañía en cualquier sector involucrado con esta tendencia.
Como siempre, recomendamos ser críticos, lo más racional posible, realizar los deberes y elegir modelos de negocio que puedan surfear cualquier ola para que así, en momentos de incertidumbre, podamos poner a trabajar nuestro dinero en oportunidades de inversión con rentabilidades mucho más atractivas.