¿Recesión? Aprendamos de los ciclos históricos
CAROLINA CASTELLANO, MARKETING Y COMUNICACIÓN
07/05/2023
Cada vez suenan más las campanas de una posible recesión, máxime tras el dato del 1T de PIB de EE. UU., así como la nueva subida de tipos de la FED este pasado miércoles -aunque según las palabras de Powell, todo indica que nos encontramos en un nuevo ciclo más positivo-, el endurecimiento de las condiciones crediticias y la crisis bancaria actual, con varios bancos americanos quebrados. Sin embargo, lejos de ponernos nerviosos ante una nueva recesión, lo recomendable es echar la vista atrás para aprender lo que ha ocurrido en el pasado, ya que la historia demuestra que, de todos modos, pueden generarse buenos rendimientos incluso estando inmersos en una de ellas.
Lo cierto es que las recesiones no se confirman hasta pasado un determinado período. Y es que, tal y como indica la Oficina Nacional de Investigación Económica (NBER), la entidad casi oficial que declara cuándo empiezan y terminan las recesiones en Estados Unidos: “no existe una regla temporal fija. Esperamos el tiempo suficiente para que no haya dudas sobre la existencia de un máximo/mínimo”. Por lo que, como no se precipitan a la hora de emitir estos juicios, no sabremos con certeza que hemos tenido una recesión hasta mucho después de que haya empezado y, muy probablemente, no hasta mucho después de que haya terminado. Por regla general y consenso entre analistas, una recesión técnica se registra cuando la variación del PIB es negativa durante al menos dos trimestres consecutivos respecto al mismo período del año anterior.
Por otro lado, tenemos a los mercados, entidad no oficial para declarar una recesión, pero que igualmente las anuncian con mucha antelación. A menudo, las bolsas caen antes de que empiece una recesión y comienza a recuperar antes de que termine. Y esto es lo que realmente le preocupa al inversor, ya que no siempre es fácil aguantar. Pura psicología es lo que se requiere para asimilar la incertidumbre sobre lo que está por venir. Las bolsas siempre se han recuperado después de recesiones anteriores, a veces con bastante rapidez. A lo largo de las 11 recesiones de EE.UU. desde 1948, la rentabilidad total anualizada del S&P 500 obtuvo, en el mejor rendimiento a 20 años, un 17,2%, anualizado en las dos décadas que comenzaron en febrero de 1980, es decir, 1$ se transformaría en 23,18$ al cabo de 20 años. La “peor” rentabilidad a 20 años, en las décadas que comenzaron en mayo de 1960, con un 7,3% anualizado, es decir, 1$ se habría transformado en 3,87$ al cabo de 20 años. Obviamente, es preferible tener 23,18 dólares en el bolsillo, pero incluso 3,87 dólares habrían representado una ganancia considerable.
La historia es informativa, aunque es importante tener en cuenta que no predice necesariamente el futuro. Es posible que los rendimientos históricos no se repitan lo suficiente como para servir de guía fiable, todos los ciclos son diferentes, la historia habitualmente no se repite, pero por lo menos rima.
Esperar muchos meses a que se declare una recesión, o confiar en los economistas o en los expertos de Wall Street para determinar cuándo invertir y qué mantener resulta inútil. Desde Cross Capital, invertimos con horizonte a largo plazo, que es la única forma en la que concebimos la inversión e intentamos educar a los ahorradores para que se conviertan en inversores con el tiempo. La inversión es como la vida, un viaje que supone todo un aprendizaje y si cuentan con un buen acompañamiento, mucho mejor.