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Qué esperar de 2024

MUNESH MELWANI, SOCIO-DIRECTOR GENERAL DE CROSS CAPITAL
24/12/2023

Si tuviéramos que sintetizar en una frase el año entrante desde el punto de vista de la inversión, diría que será un ejercicio que permitirá aprovechar oportunidades en un entorno cambiante.

El fantasma de una recesión, una preocupación prevalente en tiempos recientes parece menos inminente al entrar en 2024. Varios factores clave respaldan esta perspectiva:

  • Un crecimiento global resiliente: a pesar de las disparidades regionales, el crecimiento global sigue siendo positivo. Esta resiliencia se debe en parte a la capacidad de adaptación de las economías y las empresas a los desafíos postpandemia, junto con los avances tecnológicos que impulsan nuevas vías de crecimiento y productividad.
  • Inflación y tipos de Interés: la inflación, aunque sigue siendo una preocupación significativa, muestra claros signos de alivio, más allá del aumento de precios ya instalado. Los Bancos Centrales han desempeñado un papel crucial, implementando políticas que han comenzado a estabilizar la inflación sin descarrilar el crecimiento económico. El aumento en las tasas de interés reales, aunque impactante, está siendo contrarrestado por sistemas financieros robustos y medidas regulatorias.
  • Gasto del consumidor y resultados empresariales: el gasto del consumidor continúa siendo fuerte, aunque más selectivo, enfocándose en compras esenciales y orientadas al valor, dado que los ahorros de la etapa Covid se han agotado. Las ganancias corporativas, particularmente en sectores resistentes como la tecnología y la salud, muestran tendencias prometedoras, subrayando la fortaleza de estas industrias en tiempos inciertos.

En cuanto a las distintas clases de activos, nuestra opinión es la siguiente:

  • Renta variable: el mercado de acciones en 2024 presenta una mezcla de optimismo cauteloso y oportunidades específicas por sector. La tecnología, impulsada por la innovación continua, y la salud, propulsada por avances biotecnológicos y cambios demográficos, están posicionadas para seguir creciendo. El mercado también ofrece oportunidades en la cadena de valor de la sostenibilidad del planeta. No obstante, se trata de encontrar negocios de calidad, analizar con rigor e identificar oportunidades de inversión a nivel global que permitan capitalizar la inversión a largo plazo. Digamos que abogamos por un estilo value-quality y de “special situations”.
  • Capital Privado: en el ámbito del capital privado (private equity), 2024 presenta un entorno rico en oportunidades, aunque algo caras según sectores, especialmente para inversores con enfoque a largo plazo, pudiendo identificar modelos de negocio innovadores y potencial para crecimiento escalable. Sectores emergentes como la tecnología verde, la infraestructura digital y la innovación en salud son particularmente atractivos. También existe potencial de retornos significativos a través de inversiones vía venture capital en mercados de nicho y startups a la vanguardia de tendencias tecnológicas y sociales.
  • Renta Fija pública y Deuda Corporativa: la curva de tipos ya anticipa recortes para 2024, con efecto directo sobre el mercado de renta fija en respuesta a las políticas de los bancos centrales y las tendencias inflacionarias. La deuda corporativa, especialmente en sectores resistentes a las recesiones económicas, sigue siendo atractiva, aunque un análisis de crédito riguroso es crucial.
  • Commodities y Transición Energética: la transición energética está remodelando el mercado de commodities, con fuentes de energía renovable ofreciendo nuevas oportunidades de inversión. No obstante, en relación con los sectores energéticos tradicionales si bien se enfrentan a desafíos debido a este cambio, los combustibles fósiles siguen siendo muy necesarios y ofrecen oportunidades en algunos nichos como el carbón, el gas natural e incluso en el crudo.
  • Mercados de Divisas: como siempre, las dinámicas de los tipos de cambio seguirán siendo influenciadas por tendencias económicas globales y políticas de bancos centrales, e incluso por las tensiones geopolíticas. No lo concebimos como un activo invertible como tal a nivel de estrategia.
  • Activos Alternativos: Bienes raíces (real state inclusive, pero de forma selectiva) e infraestructuras ofrecen vías para la diversificación y potenciales retornos no correlacionados dentro de las clases de activos alternativos.

Navegar por el paisaje financiero de 2024 requiere un enfoque equilibrado, dinámico y bien informado. La resiliencia de la economía global sugiere un menor riesgo de recesión, proporcionando un telón de fondo propicio para inversiones estratégicas en diversas clases de activos, siendo siempre la renta variable la mejor para capitalizar a largo plazo. Se aconseja a los inversores mantener una cartera robusta pero diversificada, que permita adaptarse a los cambios del mercado con previsión y agilidad. En definitiva, requiere asesoramiento regulado, profesional y muy experimentado.

¡¡Recuerden, asesórense bien y les deseo una MUY FELIZ NAVIDAD y un MUY PRÓSPERO 2024!!