Nuestra querida España
MUNESH MELWANI, SOCIO-DIRECTOR GENERAL DE CROSS CAPITAL
25/09/2023
No suelo abordar temas políticos, pero la política desafortunadamente condiciona nuestras vidas dado que tiene un efecto directo sobre la economía, y en el caso español, no precisamente para bien. Como teníamos pocos despropósitos protagonizados por el gobierno en funciones desde el inicio de su mandato, ahora nos toca vivir la España del “pinganillo”, una situación surrealista a modo de circo en el que supuestamente se muestra respeto a las singularidades de cada territorio autonómico, cuando en realidad se está entorpeciendo el debate en el Congreso, que ya de por sí venía siendo bastante accidentado.
La Constitución recoge literalmente en su artículo 3º, apartado 1º: “El castellano es la lengua española oficial del Estado. Todos los españoles tienen el deber de conocerla y el derecho a usarla”; en el apartado 2º dice: “Las demás lenguas españolas serán también oficiales en las respectivas Comunidades Autónomas de acuerdo con sus Estatutos. A mi entender, tras leerlo varias veces y sin ser jurista, creo que carece de sentido “obligar” al conjunto de los diputados al uso del “pinganillo”, más allá de los costes que todo este sarao supone, y que pagamos todos con nuestros impuestos. Pero está claro que se trata de una cesión más; de hecho, fue una condición exigida por la presidenta del Congreso para su nombramiento en representación de su partido nacionalista.
Los libros de historia y las vivencias de otros países con regímenes autoritarios, contadas por migrantes que huyeron en su día para vivir una vida mejor en España, nos han ido señalizando en los últimos años la deriva que está adoptando nuestro querido país. Como se suele decir “de aquellas aguas, estos lodos”. Creo que toda la población ha sido testigo de una serie de promesas políticas incumplidas, aseveraciones falsas, mensajes “tuneados”, etc., pero el pueblo se ha ido tragando todos los sapos, con la típica artimaña de defensa de lo público y social, en detrimento de lo privado y capitalista. Pero si nos paramos a pensar, ahora estamos al borde de un tema muy grave: con la amnistía propuesta, que es la antesala de la autodeterminación de la comunidad autónoma de Cataluña (que no nación…), se está poniendo en peligro las bases de la democracia y, por tanto, del bienestar económico-social que hicieron posible los artífices de la transición, tras la dictadura franquista, incluyendo a la corona, que ha sido maltratada en los últimos años. Esta situación ha sacado de sus retiros políticos a auténticos líderes de la época, que se revuelven ante un hecho insólito de implicaciones dantescas.
Pero vayamos a los hechos, o más bien a los datos económicos: podrán comprobar que lo que se pregona dista mucho de la realidad. Lo enumero, habiéndolo contrastado con fuentes fiables: 1) Hay más 1 millón de desempleados que no aparecen en las cifras del paro denominados “demandantes de empleo ocupados” o fijos discontinuos; 2) España no es el país que más crece de la UE, hay 9 países por delante y además fue el que más tardó en recuperar el PIB prepandemia; 3) La deuda del país se ha llevado a máximos históricos y el déficit público lo han duplicado; 4) No es verdad que haya récord de empleo, sino que se están troceando contratos, esto es, hay más afiliados, pero los de nueva afiliación tienen contratos de duración más corta (la media ha bajado de 60 días a 40), por tanto más precarios; 5) La pérdida de renta per cápita es la mayor de los países de nuestro entorno; 6) En términos de nivel de pobreza y riesgo de exclusión, también ha empeorado vs otros países; 7) El ratio de renta disponible ajustada por poder adquisitivo de los españoles está muy lejos de la media de la UE y ha perdido varias posiciones respecto a 2011; 8) La presión fiscal ha aumentado más del 20% para las personas físicas; 9) Los salarios en términos reales, esto es, descontada la inflación, no han aumentado; 10) La situación del sistema público de pensiones se ha agravado, ampliando su desequilibrio existente, suponiendo un 4,5% del PIB: el gobierno no baja ni sube las pensiones, hacen sostenible el sistema o no, el cual se financia con las cotizaciones a la seguridad social de los trabajadores en activo y como estas suben sin tope, se aumenta de forma descontrolada el gasto, superando la deuda de la seguridad social los 100.000 millones habiendo partido de 40.000 millones, que claramente será financiable con más impuestos e inflación 11) La productividad laboral es de las más bajas de la UE junto a Malta o Chipre.
No voy a entrar a comentar los “cambios de posición” flagrantes (por decirlo de forma disimulada) del ejecutivo en funciones, relativos a no gobernar con el partido morado, no indultar a los golpistas catalanes, no derogar la sedición, no pactar con Bildu, y un largo etcétera. Lo peor es que lo vimos venir y no se ha hecho (o no se ha podido hacer) lo suficiente para pararlo. En resumen, nuestra querida España precisamente “no va como una moto”, y además ahora se encuentra en una encrucijada política, en la que resulta probable que no termine por gobernar el partido que ha ganado las elecciones generales y con una amnistía (seguramente ya negociada), que podría hacer tambalear los cimientos de la Carta Magna. Es para preocuparse.
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