Meme stocks ¿una moda pasajera?
19/05/2024
En la historia de los mercados financieros, se encuentran numerosos episodios en los que determinados activos experimentan incrementos significativos en sus cotizaciones durante períodos breves de tiempo. En los últimos días, hemos sido testigos de uno de estos fenómenos con los rallies experimentados por empresas como Gamestop o AMC, conocidas popularmente bajo el término de “acciones meme” o “meme stocks”. Este término se refiere a compañías generalmente poco convencionales y en dificultades, cuyos precios en bolsa experimentan drásticas fluctuaciones debido a un fenómeno especulativo “en masa” impulsado por inversores minoristas en redes sociales y foros virtuales.
Las “acciones meme”, tal como las conocemos hoy, surgieron en 2020 a raíz de las condiciones generadas durante la pandemia. No obstante, este tipo de acciones no alcanzaron un reconocimiento popular hasta 2021, cuando empresas cuyos negocios estaban en decadencia, experimentaron un ascenso meteórico en sus cotizaciones bursátiles debido a grupos organizados que compartían sus ideas de inversión en plataformas como Reddit o Twitter (ahora X). Estas ideas a través de las redes se propagaron muy rápidamente, lo que generó un “bucle de retroalimentación positiva” y llevaron a empresas como GameStop, Nikola y otras a registrar revaloraciones superiores incluso al 1000% en algunos casos.
Esta semana, hemos presenciado un fenómeno similar, aunque menos intenso que el de 2021. Impulsadas por el efecto viral en las redes sociales, las “meme stocks” han vuelto a captar la atención de los mercados con notables subidas. El precio de GameStop ha alcanzado una revalorización máxima de más de un 250% y AMC un máximo de más de un 300%. Este resurgimiento plantea varias preguntas: ¿Por qué el precio de estas acciones parece no reflejar su valor fundamental? ¿Han llegado las acciones meme para quedarse? ¿Deberían las instituciones públicas regular estos fenómenos? ¿Qué debemos hacer como inversores?
En primer lugar, hay que entender que los precios de las acciones, generalmente, se deben mover en base a fundamentales (tipo de negocio, su evolución, rentabilidad, equipo gestor, etc.), pero en los mercados, hay momentos en los que los precios son guiados por los sentimientos y las emociones, que alternan entre euforia y pesimismo. En el corto plazo, los elevados precios de las “meme stocks” son normales que se produzcan debido al incremento en su demanda por los especuladores cortoplacistas, pero si aumentamos su horizonte temporal, y los fundamentales no mejoran, como suele ser habitual, los precios de estas acciones a largo plazo volverán a reflejar el valor de la empresa, mediante fuertes correcciones.
En segundo lugar, con respecto a si el fenómeno de las “meme stocks” ha venido para quedarse, no presenta claros signos de que vaya a desaparecer; en este sentido, conforme la tecnología y las redes sociales sigan evolucionando, es probable que volvamos a ser testigos de episodios similares en el futuro, lo que con diferentes grados de intensidad.
En tercer lugar, la regulación es muy compleja debido a que, a pesar de ser cierto que el fenómeno cuenta con “líderes de opinión” o “influencers”, desde un punto regulatorio, no están recomendando la compra o prestando asesoramiento financiero. Cualquier intervención llevada a cabo, podría interferir gravemente en las reglas del funcionamiento del mercado.
Por último, nuestro trabajo como inversores, es entender estos fenómenos y mantenernos alejados, alargar nuestro horizonte temporal y mantener la disciplina en nuestro estilo y filosofía de inversión.