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¿Medidas económicas eficaces?

PUNEET VASWANI, ASESORAMIENTO Y GESTIÓN PATRIMONIAL
05/04/2020

Con la aprobación del Real Decreto 8/2020, del 17 de marzo, el Gobierno de España, ha adoptado diferentes medidas para paliar los diferentes efectos económicos y sociales derivados del Covid-19. Tras 21 días confinados en nuestros hogares, vemos cómo se suceden las noticias: aumentan sin cesar el número de infectados y muertes debido al virus, faltan equipos de protección y diagnóstico, y lo que es más grave aún, se contagian nuestros sanitarios. Esta semana supimos que la OMS, tras declarar el pasado 30 de enero la emergencia internacional, había recomendado de forma reiterada al gobierno español tomar medidas severas al respecto durante el mes de febrero. Nuestro gobierno desoyó estas recomendaciones y por ello, en parte, nos encontramos en la situación actual. El estado de alarma se declaraba con más de un mes de retraso y la población española hacía vida normal hasta ese entonces. Sabiendo que el virus tarda hasta 14 días en incubar, se adhiere a diferentes superficies durante horas (o incluso días) y que es altamente contagioso, según se podía conocer por su evolución en China, la no reacción en tiempo y forma se ha traducido en imprudencia.

Tenemos que sentirnos afortunados de alguna manera por estar en casa. Ahora mismo, en la calle y en los hospitales, hay millones de personas que asumen el riesgo de seguir trabajando, como los sanitarios, repartidores, trabajadores en los supermercados, farmacéuticos, etc. Aún así, no se les valora lo suficiente. Ni a ellos, ni a los miles de autónomos y empresarios en España que durante el último mes han estado confinados y apenas han obtenido ingresos, y con las medidas ya implementadas, les pasan aún así el recibo de la Seguridad Social a finales de marzo. Para compensar esta asimetría, en el Real Decreto se aprueba la moratoria de hasta 6 meses a trabajadores y autónomos, así como el aplazamiento de deudas con la Seguridad Social.

Sí que es cierto que algunas de las medidas pueden ser más acertadas que otras. Algunos puntos positivos pueden ser: la aprobación de las moratorias hipotecarias (facilitando así que los clientes no entren en impagos con los bancos); la imposibilidad de que las entidades suministradoras de luz, agua e internet – que se consideran servicios básicos – nos interrumpan dicho suministro; o que aquellos trabajadores afectados por un ERTE en sus respectivas empresas tengan garantizada la prestación por desempleo.

Por otra parte, en esta situación anómala, una de las mayores preocupaciones de las familias – que dependen de sus negocios o empleos – es no poder llegar a fin de mes, ya que los gastos siguen dándose y no encuentran los ingresos suficientes para sufragarlos. Para ello, se publicó el pasado 26 de marzo en el BOE la resolución en la que se aprueba el primer tramo de la línea ICO (20.000 millones de euros de un total de 100.000) que tiene por objetivo cubrir los nuevos préstamos y otras modalidades de financiación y las renovaciones concedidas por entidades financieras a empresas y autónomos para atender las necesidades de financiación derivadas, entre otros, de pagos de salarios, facturas, necesidad de circulante u otras necesidades de liquidez, incluyendo las derivadas de vencimientos de obligaciones financieras o tributarias. 

En toda esta batería, echamos en falta bajada de impuestos (en lugar de aplazamientos) y nueva liquidez (en lugar de avales para que los bancos presten con cargo a financiación del BCE), con lo que nos tememos que van a ser insuficientes ante la severidad de los efectos económicos que prevemos en un país muy dependiente de los sectores más afectados. Por tanto, deberá complementar el Gobierno introduciendo medidas adicionales propias y/o con dinero europeo, veremos. Mención aparte merece la eficacia en su implementación…

Sin embargo, resulta crucial no olvidar que existen diversos instrumentos de financiación alternativa (a la banca), entre los cuáles se han consolidado las plataformas online (fintechs). Estas plataformas ofrecen de forma segura, liquidez para financiación de proyectos, confirming o descuento de pagarés y facturas. En España se financiaron operaciones por más de 100 millones en 2019, siendo un país muy activo junto con Alemania, Francia, Holanda y especialmente Reino Unido. Les animamos a explorarlas de nuestra mano.