Los inversores se focalizan en la IA
BORJA DE LA CRUZ, ASESORAMIENTO Y GESTIÓN PATRIMONIAL
21/05/2023
En lo que llevamos de año los mercados financieros desarrollados, sobre todo el de EE. UU. y los europeos, están mostrando un comportamiento muy positivo subiendo por encima del +10%. Y todo pese a que los tipos de interés hayan alcanzado el 5% en EE. UU., que Europa esté en pleno ciclo de subidas, que la guerra en Ucrania continue su curso, que la inflación siga dañando los resultados empresariales, que se haya originado una crisis en la banca regional estadounidense y la quiebra de Credit Suisse, y, además, se mantenga el run-run constante de una recesión económica.
Si bien es cierto que el comportamiento de los índices ha sido muy atractivo, también lo es que los rendimientos los podríamos atribuir a 7-8 empresas (NVIDIA, Microsoft, Google, entre otras) en el caso del S&P y el NASDAQ100. Estas compañías, curiosamente, pertenecen al sector tecnológico, es decir, el sector más perjudicado durante el año 2022. Si cogiéramos estos índices y los equiponderamos en cuestión de pesos, el resultado sería muy diferente al actual.
Ahora bien, ¿qué es lo que ha llevado a que las cotizaciones se disparen? Pues podríamos argumentar que las compañías fueron penalizadas en exceso el año pasado, habiendo alcanzado valoraciones injustificadas conforme a sus fundamentales, que se ha disipado la incertidumbre sobre los tipos de interés o que se ven mejorías en los datos inflacionarios. Pero hay un elemento común intrínseco a estas compañías, la tendencia de la inteligencia artificial.
No han dejado de ser tema de actualidad las noticias sobre la inteligencia artificial (IA): ha salido el famoso ChatGPT, Google ha lanzado Bard, y en general, todas estas compañías, mega-caps, se han lanzado a crear o promocionar sus propios LLMs (Learning Language Models) para subirse a esta tendencia. Esto ha creado un estado de euforia entre los inversores que ha hecho que la IA sea el nuevo santo grial. No cabe duda, que esta tecnología presenta unas condiciones que mejorarían la vida de las personas y los problemas que tenemos como sociedad, reduciría costes para las compañías, y, en definitiva, nos haría la vida mucho más fácil. Sin embargo, se respira un ambiente, referente a esta tendencia, un poco similar al vivido con el Bitcoin y las criptomonedas a principio de 2021.
En el caso de NVIDIA Corporation, que se ha revalorizado un 120% en lo que va de año, quizás el más flagrante de todos, para justificar la valoración actual de la compañía, unas 30x ventas y unas 160x beneficios, la compañía debería hacer crecer su FCF, grosso modo, a un +40% anual durante los próximos 5 años y tener un múltiplo precio/FCF de unas 60x. Para que nos hagamos una idea de qué significan estos números, quiere decir que, al precio actual, y suponiendo que el margen neto de beneficios sea el 100% de las ventas (cosa imposible), tardaríamos 30 años en justificar la inversión teniendo en cuenta las últimas ventas anuales. ¿Quiere decir esto que la compañía no pueda obtener ese crecimiento? No, pero sí que las probabilidades, en este caso, no juegan en favor de la compañía. Pero de momento, a los inversores les da igual porque la IA, como mencionamos anteriormente, es el nuevo santo grial.
Muy posiblemente la Inteligencia Artificial permita a las compañías agrandar sus TAMs,(Total Addressable Market o mercado potencial), crear nuevos productos y servicios, aumentar sus márgenes, mejorar sus negocios y lograr eficiencias y sinergias que antes no eran posible. La cuestión es si el precio que pagas por esto, como inversor, es razonable o no lo es. Como en todo, en el mundo de la inversión, tanto la euforia como el alto pesimismo suelen ser trampas a las que nos enfrentamos todos los inversores. Hay que confiar en que las compañías y los equipos directivos hagan lo correcto para los accionistas y para los negocios y no dejarse llevar por narrativas que parecen ser la nueva panacea obligándonos a sobre pagar en muchos casos. La prudencia y la paciencia, a menudo suelen salir bien recompensadas.