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La renta fija en la primera mitad de 2023

PUNEET VASWANI, ASESORAMIENTO Y GESTIÓN PATRIMONIAL
23/07/2023

Entrábamos en el año 2023 con un amplio consenso de que la renta fija sería el auténtico ganador en este ejercicio natural. Se esperaba que los bancos centrales continuaran con las subidas de tipos para atajar la inflación, relajando el tono de sus mensajes pasados unos meses. Hoy en día, el mensaje continúa siendo: “mantendremos los tipos de interés altos durante un período de tiempo más prolongado”. Quizás las expectativas iniciales de una bajada de tipos a finales de este año se comienzan a desvanecer con unos datos macroeconómicos que se mantienen robustos, y muestran algo de ralentización económica, pero prevaleciendo la fuerza del mercado laboral y los datos de consumo.

Sin embargo, en lo que va de año, pocos fondos de inversión pueden sacar pecho con que lo están haciendo bien con sus estrategias centradas en renta fija (en mercados desarrollados). El movimiento de vaivén que han hecho la mayoría de los índices en esta clase de activo mucho tiene que ver con el período restrictivo de política monetaria en el que nos encontramos, endureciendo la misma con subidas de tipos de interés a niveles cercanos al 5%. Además, en los meses de marzo y abril, vivimos el colapso de Silicon Valley Bank, posteriormente el caso de Credit Suisse (comprada por su eterno competidor UBS) y First Republic Bank. Sobre todo, en el caso suizo, golpeó y resonó en el segmento de AT1s (Cocos) y Tier 2 (Subordinados), dado que las autoridades helvéticas dieron preferencia a los accionistas vs a los bonistas, algo inédito y que rompía con los estándares internacionales de la inversión, situación lógicamente recurrida por los inversores afectados.

Más allá del significativo impacto de la debacle de Credit Suisse y la debilidad de los bancos regionales estadounidenses, que han generado esa volatilidad a lo largo del año, seguimos observando (mediante los índices de volatilidad en renta fija y variable, MOVE y VIX), que los bonos en lo que va de año se muestran más volátiles que las acciones. Y es que, aparte de lo ya mencionado, nos acompañan otros acontecimientos que los mercados de renta fija han tenido que digerir: tensiones geopolíticas, debilitamiento de la concesión crediticia, interpretación de la pausa en subida de tipos por parte de la FED… Esta última porque el Banco de Canadá ya hizo una pausa meses antes, si bien ha vuelto a poner rumbo hacia las subidas de tipos ya que la inflación canadiense sigue siendo más alta de lo esperado, así como el consumo.

Recordemos que el precio al que se compra un bono se mueve en sentido inverso al movimiento de los tipos de interés. Es decir, ante elevaciones de la curva de tipos, los bonos caerán en precio, por lo que su rentabilidad a vencimiento pasará a ser mayor. Esto se viene reflejando desde que el año pasado se comenzara a escalar en tipos y las TIRes de segmentos como el High Yield llegaran a alcanzar una TIR a vencimiento cercana al 10%, en niveles máximos de los últimos años. Además, no olvidemos que la TIR, es la rentabilidad anualizada del inversor en un instrumento de renta fija.

Lógicamente, siempre mencionamos que invertir no se trata de hacer timing en los mercados, esto es, aquella ‘estrategia’ en la que se busca estar sincronizado con el mercado y tomar decisiones de compra o de venta intentando predecir los movimientos futuros en precio. Más bien, si nos centramos en los hechos, resulta evidente que la renta fija continúa encontrándose en un punto atractivo este año, donde obtener unas TIRes del 4-5% con vencimientos a 2-4 años en el segmento grado de inversión no suena descabellado para construir cartera a medio plazo. Eso sí, a pesar de que esta rentabilidad sea atractiva, no debemos olvidar que la inflación sigue ahí, por lo que, aun invirtiendo en esta clase de activos, posiblemente estaríamos hablando de rentabilidades reales negativas, si bien la inflación se está moderando y cabe la posibilidad de recesión técnica en los próximos trimestres. Tiene todo el sentido del mundo estar posicionado en renta fija y paulatinamente aumentar la duración de ésta, sabiendo que las curvas están actualmente invertidas (pendiente negativa) y esta anomalía deberá corregirse próximamente.

Como siempre, resulta esencial considerar los objetivos personales, la tolerancia al riesgo y contar con un asesor financiero profesional e independiente antes de realizar cualquier inversión.