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Invertir en hoteles

MUNESH MELWANI,  SOCIO-DIRECTOR GENERAL

11/06/2019

Habitualmente, a efectos de diversificar el patrimonio financiero, recomendamos que una parte de éste busque la revalorización de los activos en los que se invierte, para una posterior venta, y que la otra parte, sea generadora de rentas periódicas. Los activos puramente financieros como la renta fija, la renta variable, los fondos de inversión y similares, encajan mejor en la primera sección. En la segunda, es donde tienen cabida generalmente la inversión en hoteles, o al menos, es lo que los inversores buscan, esto es, que el activo se adquiera a un precio razonable y que el inquilino que gestione, remunere bien a su propietario a través de un contrato de arrendamiento o de gestión. A partir de aquí, se incorporan a la ecuación una serie de parámetros, tales como, una remuneración en función de ocupación mínima, o de un business plan concreto, con participación o no en beneficios, o simplemente una renta fija con revisión en función de determinados hitos de negocio.

No obstante lo anterior, existe otra forma de invertir en hoteles distinta de adquirir el activo, que combina ambas fórmulas: revalorización y rentas. Hablo de la inversión en compañías cotizadas, tales como MELIÁ, NH Hotels, Intercontinental Hotels Group (IHG), Accor, Whitbread, Hilton, Marriot, Hyatt, Mandarin Oriental, entre otros. Claro está que las rentas a percibir vía dividendos serán menores que las incluidas en un contrato de arrendamiento o gestión, pero como se suele decir, todo suma. En este caso, el inversor pasa a ser co-propietario de la compañía, aunque sea de forma minoritaria, y por tanto, de su parte alícuota de los activos hoteleros que tiene en su balance.

La inversión bursátil en el sector hoteles, tiene una elevada correlación con las variables macro de cada país en el caso de que la compañía concentre su negocio en el mismo, o bien, el ciclo económico internacional en el caso de que sea una cadena hotelera global, así como con las tendencias de ratios eminentemente hoteleros como el RevPAR (Revenue Per Available Room), esto es, el ingreso por habitación disponible. Pero lo principal, es cómo se está gestionando la compañía y como siempre, la expectativa de resultados derivada de esta gestión para la comunidad inversora.

Siendo el sector turístico, el principal aportante productivo de nuestro país, como no podía ser de otra forma, el subsector hotelero es uno de los máximos exponentes de nuestra bandera a escala mundial, atesorando un know-how excepcional y registrando históricamente altos estándares de calidad. Hay grupos hoteleros españoles, en muchos casos, de naturaleza familiar, como pueden ser Barceló, Riu e Iberostar, entre otros, que, por su dimensión y trayectoria, podrían estar perfectamente cotizando en bolsa, si bien, han preferido crecer sin someterse al escrutinio de los mercados de capitales y apelando a vías de financiación más tradicionales, como la bancaria.

En Cross Capital, como firma de servicios de inversión, estamos continuamente analizando compañías cotizadas, varias hoteleras entre ellas, y detectamos claras oportunidades de inversión. Por citar alguna actual, pongamos el ejemplo de Meliá: atendiendo a su valoración actual, el consenso de analistas de mercado le otorgan un potencial de revalorización promedio de un 25% y un 71% de los analistas recomienda comprar. Adicionalmente, la rentabilidad por dividendo ronda el 2%. Parte de la comunidad inversora se ha dado cuenta de la oportunidad y en los últimos días se ha revalorizado algo más de un 4,5% cotizando actualmente entorno a los 8,5 € la acción.

A la hora de invertir en compañías cotizadas en general, se debe tener en consideración que están sometidas a la volatilidad del mercado, que evoluciona atendiendo a múltiples factores y, por tanto, recomendamos siempre tener un enfoque de largo plazo y ponerse en manos profesionales.