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Europa vs China: batalla por el vehículo eléctrico

MUNESH MELWANI, SOCIO-DIRECTOR GENERAL

24/09/2024

El sector automovilístico europeo se enfrenta a importantes desafíos mientras China avanza rápidamente en la producción, ganando cuota de mercado de vehículos eléctricos (EV).

Según varios estudios acreditados (elaborados por Mc Kinsey y KPMG), los fabricantes chinos de automóviles, especialmente en vehículos eléctricos de batería (BEV), están cinco años por delante de sus homólogos europeos en términos de tecnología de baterías. Esta brecha temporal y tecnológica, da a los fabricantes chinos una ventaja competitiva sustancial, permitiéndoles producir EV más eficientes y asequibles.

Para marcas europeas como Volkswagen, BMW y Mercedes-Benz, este retraso tecnológico representa una gran amenaza. La transición a los EV es crítica para su supervivencia, pero con Europa aun desarrollando su infraestructura de EV, estas marcas están bajo una gran presión para ponerse al día.

Los fabricantes chinos se benefician de costes de producción significativamente más reducidos, lo que les permite ofrecer EV a precios hasta un 20-30% más baratos que sus competidores europeos. Esta ventaja de costes se ve reforzada por ciclos de desarrollo más rápidos, con algunos fabricantes chinos capaces de sacar un vehículo nuevo al mercado en solo 21 meses, en comparación con los cuatro años que normalmente toman los productores europeos.

Esta eficiencia permite a los fabricantes chinos inundar el mercado global con EV asequibles, intensificando la competencia para las automovilísticas europeas, que lidian con costes de producción más altos y plazos de desarrollo más lentos. Esta ventaja competitiva, ha permitido a los fabricantes chinos penetrar en el mercado europeo: marcas como BYD, Nio, MG y Xpeng están ganando terreno en Europa, especialmente entre los consumidores más sensibles a los precios que buscan opciones de EV más asequibles.

Aunque los productores europeos todavía dominan el segmento premium, soportan una creciente competencia en el mercado masivo a medida que las marcas chinas expanden su presencia. La disputa comercial se está intensificando, y a las empresas europeas les resulta cada vez más difícil mantener su cuota de mercado en este sector en rápida evolución. Los mencionados informes revelan que los fabricantes chinos han capturado el 51% del mercado global de EV, mientras que las marcas europeas solo tienen el 20%, lo que enfatiza la necesidad de que los fabricantes europeos innoven rápidamente​.

Uno de los mayores desafíos para los fabricantes europeos es su dependencia de los vehículos de motor de combustión interna (ICE), que son más complejos y costosos de fabricar en comparación con los EV. A medida que el mundo hace la transición hacia la movilidad eléctrica, los fabricantes europeos se ven obligados a replantear sus modelos de negocio. Los EV, que requieren muchos menos componentes y procesos de ensamblaje más simples, están erosionando las ventajas competitivas tradicionales de los fabricantes europeos.

Además, muchos fabricantes europeos están utilizando las ganancias de sus vehículos de ICE para financiar su transición a los EV. Este proceso de adaptación más lento ha erosionado su competitividad y ha permitido a competidores como Tesla y los fabricantes chinos capturar una porción significativa del mercado, lo que pone en riesgo a los gigantes automovilísticos de Europa.

La lucha de los fabricantes de automóviles europeos se refleja en sus valoraciones bursátiles, que están deprimidas no solo por la transición a los EV, sino también debido a los malos resultados financieros, incluidas las débiles ventas. Marcas como Volkswagen, Porsche, Renault y BMW han visto el rendimiento de sus acciones muy por debajo de las expectativas, lo que refleja las dudas del mercado sobre su capacidad para competir en un mundo dominado por los EV.

En contraste, compañías como Ferrari y Tesla son excepciones. Ferrari mantiene márgenes operativos altos debido a su posición en el mercado de lujo, mientras que Tesla continúa dominando el espacio de EV en los EE. UU. Por otro lado, el fabricante chino BYD ha registrado una relevante revalorización en sus acciones, muestra de su posición dominante en el mercado de EV y su rápida expansión internacional. La integración vertical de BYD en la producción de baterías le ha dado una ventaja adicional, permitiéndole mantener bajos costes y altos márgenes de beneficio.

La batalla por los EV entre China y Europa está servida. El tiempo dirá.