Pulso actual: desafíos y oportunidades
27/10/2024
Cada cierto tiempo, nos gusta echar un paso atrás para reflexionar sobre el momento en el que estamos, qué puede depararnos el futuro y ver, como inversores, si nos podemos beneficiar en algún aspecto de nuestras reflexiones. Actualmente, parece el momento indicado para realizar este tipo de ejercicio debido a los distintos focos abiertos que existen en el mundo.
Muchos de estos eventos los hemos abordado en nuestros artículos dominicales, sin embargo, si los ponemos en conjunto, se denota que estamos en un momento de total crispación. Por un lado, tenemos las elecciones de EE. UU. que son el día 5 de noviembre. Por otro lado, tenemos la conferencia del grupo BRICS y países aliados. Por su parte, la geopolítica no da tregua con los conflictos en el Medio Oriente y Ucrania. Por no mencionar finalmente, el capítulo de corrupción política que azota nuestro país.
Las elecciones americanas están a la vuelta de la esquina. Parece que EE. UU. está completamente dividido, más que nunca, entre los dos partidos/candidatos principales. Trump por el lado republicano, y Harris por el lado demócrata. Sin entrar en juicios o consecuencias sobre quién va a ganar, se denota un estado de crispación y polarización en la potencia americana. Desde este punto de vista, no es el mejor momento de EE. UU. como país. El siguiente presidente tiene un arduo trabajo por delante, tratando de reunificar a la población y gestionando los diversos frentes abiertos que tienen como Estado: los conflictos bélicos, la inmigración ilegal, el nivel de deuda que tienen, la inversión en tecnologías disruptivas como la IA o la exploración espacial, entre otros.
Esta semana se ha celebrado la conferencia del grupo BRICS. Esta conferencia ha reunido a líderes de Estado de las “otras economías”: Rusia, China, India, Irán, Sudáfrica, entre otros. Se han discutido temas como el comercio entre países en monedas que no sean dólares o euros, relaciones bilaterales y demás cuestiones. Parece que, sin lugar a duda, la globalización está muerta, al menos como la conocíamos anteriormente y que el mundo se empieza a dividir en dos bloques claros. Todos estos procesos conllevan incertidumbre.
Por otro lado, los conflictos bélicos están lejos de terminar. Israel continua su incursión en el Líbano tratando de acabar con Hezbollah y otros proxies iraníes. Además, se espera el ataque de respuesta de Israel hacia Irán, después del lanzamiento de 200 misiles balísticos el pasado mes. Además, se aprobó el paquete de ayuda por parte de EE. UU. a Ucrania y Corea del Norte parece haber proporcionado soldados a Rusia. Estas acciones probablemente hagan que se alargue más esta guerra de desgaste entre ambos países.
Desde un punto vista de inversión y corporativo estamos inmersos en plena campaña de resultados empresariales y se han iniciado ya las bajadas de tipos por parte de los Bancos Centrales de las economías de occidente. De momento, los resultados empresariales continúan siendo favorables, pero sí que se nota un ciertoagotamiento del consumidor en todas las partes del mundo.
No nos vamos a engañar, el ambiente actual no parece idóneo. Hay mucha incertidumbre y el mundo está sufriendo cambios de manera constante. Esto no quiere decir que no haya oportunidades de inversión, es más, es en estos momentos es cuando más oportunidades se crean para aquellos inversores que han realizado el trabajo y que tienen un horizonte temporal adecuado. Recordemos que la volatilidad, en este caso, puede ser nuestra “amiga”.
En conclusión, debemos estar atentos a cualquier oportunidad que pueda aparecer en aquellas empresas cuyo negocio sea a prueba de balas, genere altos niveles de rendimiento sobre el capital y tenga un perfil rentabilidad/riesgo atractivo.