El potencial de la inversión femenina
VALERIE LEWIS, SOPORTE DE NEGOCIO
13/02/2022
Las comparaciones son odiosas, pero aún nos queda un camino largo por recorrer cuando hablamos del nivel de cultura financiera nacional con respecto a otros países como Estados Unidos o el Reino Unido. El Banco de España y la Comisión Nacional del Mercado de Valores han realizado encuestas a la población comprendida entre 18 y 79 años, donde se evidencia que sus conocimientos financieros son “bajos” o “muy bajos”, reconociendo así la necesidad de mejorar en este ámbito de conocimiento y habilitarles para optimizar la gestión de sus propias finanzas.
A lo anteriormente señalado, muy preocupante, tendríamos que añadir la brecha de género que existe en nuestro país a nivel de alta dirección de empresas cotizadas, si bien, vamos en buen camino y poco a poco se van mejorando las proporciones. Como anécdota, solo 5 de las 35 compañías del IBEX, están lideradas por mujeres. Según un informe presentado por el banco americano BNY Mellon denominado “El camino hacia la inversión inclusiva”, cuyo objetivo era explorar los factores que impulsan la persistente brecha de género en la inversión, desde el punto de vista de quienes invierten actualmente, quienes no lo hacen y de la propia industria de inversión en sí misma. Para el estudio se consultaron 8.000 hombres y mujeres, en 16 mercados y 100 empresas gestoras de fondos de inversión. Una de las conclusiones: “si las mujeres invirtiesen al mismo ritmo que los hombres, habría como mínimo 3,22 billones de dólares de capital de inversión adicional en todo el mundo. Además, la investigación también revela, que las mujeres son más propensas a realizar inversiones más sostenibles y que tengan un impacto social y medioambiental positivo, velando por el futuro del planeta: “habría 1,87 billones de dólares en inversión responsable”. Los principales obstáculos que se encentran las mujeres son (i) la falta de conocimientos, que deriva en inseguridad, de hecho solo el 28% de las mujeres se sienten seguras para invertir, (ii) el obstáculo de los ingresos, dado que se cree erróneamente que hace falta importes elevados para invertir, y (iii) el mito del riesgo alto, dado que la inversión lleva un riesgo asociado, pero más arriesgado es dejar el dinero en cuenta corriente y perder poder adquisitivo a largo plazo debido a la inflación. para mejorar su nivel de vida y, por ende, su entrada a los mercados de inversión.
Si bien el cambio está en marcha dentro de la generación más joven de mujeres, que se dan cuenta de la importancia de conocer los principios de la gestión financiera, existen diferencias de aproximación con el género masculino en este ámbito. Uno de los aspectos más relevantes a tener en consideración es que las necesidades financieras de las mujeres difieren de las de los hombres debido a su promedio de esperanza de vida más largoa y a que tienden a interrumpir su carrera profesional para cumplir con las responsabilidades de cuidado de hijos. La falta de una oferta de servicios financieros enfocados en las mujeres añade una mayor dificultad en el ánimo de las mujeres en adentrarse en el mundo de la inversión. Hacer que la inversión sea más accesible para las mujeres no se trata solo de garantizar que tengan la tecnología adecuada, sino también de equiparlas con conocimiento, habilidades y motivación para participar en la inversión. Se requiere por tanto un cambio cultural significativo dentro de la industria.
Por suerte, cada vez son más las mujeres que hacen sentir la presencia femenina, mucho más allá de las labores “tradicionales”. Sin embargo, seleccionar los productos de inversión adecuadosy lograr el equilibrio óptimo entre riesgos y rendimientos en las diferentes etapas de la vida, puede ser un enigma para muchas mujeres. Además, dado que actualmente la mayoría de las mujeres continúan haciendo malabarismos entre las tareas del hogar, el trabajo, el cuidado de los niños e incluso de ancianos, es imposible para muchas inversoras lidiar para sacar tiempo e intercambiar ideas sobre sus inversiones. Es por ello por lo que resulta imprescindible resaltar la importancia de acudir a asesores financieros regulados e independientes que aporten valor proporcionando una planificación financiera personalizada.