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El oro brilla como nunca

JORGE BAUER, TRAINING – CROSS CAPITAL

02/06/2024

El oro es un activo que siempre ha sido atractivo para muchas personas, no solo por su característico brillo y simbolismo en términos de estatus o utilización en joyería, sino más bien por sus propiedades intrínsecas (rareza, cantidad limitada, uso químico, etc.) y su historia única, características que lo han consolidado como un “activo refugio”, es decir, un instrumento que tiende a conservar su valor incluso en situaciones económico-financieras adversas.

En los últimos meses su precio de mercado ha alcanzado un máximo de 2.425$ por onza, lo que supone una revalorización del 18% en lo que va de 2024 (mientras escribo cotiza a 2.333$), pero es que en los últimos 5 años acumula un +76%. ¿Por qué se ha producido este rally alcista? ¿Qué factores o razones hay detrás?

Para tratar de responder a esta cuestión, debemos distinguir dos patrones en su cotización: por un lado, tenemos un movimiento “micro”, más cortoplacista que es consecuencia de acontecimientos mundiales, económicos y políticos que afectan a las curvas de oferta y demanda del activo y, por otro lado, diferenciamos una tendencia más “macro” o de largo plazo, la cual es consecuencia de la depreciación de las principales divisas como reserva de valor, como consecuencia del creciente endeudamiento de las economías y los déficits públicos alcanzados.

Con referencia al rally de los últimos meses, podríamos identificar dos motivos principales:  primeramente, la compra agresiva por parte de los bancos centrales, especialmente chino y ruso, pero también los occidentales. En este sentido, la acumulación de oro llevaba produciéndose desde hace varios años debido al crecimiento de sus economías, pero desde la invasión rusa de Ucrania en 2022 y la congelación por parte de los países occidentales de sus reservas monetarias, esta tendencia se ha ido intensificando. De esta manera, países como Rusia o China, han incrementado sus reservas en oro como medio de diversificación y así, tener músculo financiero para atender posibles sanciones o embargos a futuro. En cualquier caso, los bancos centrales siempre han comprado oro para diversificar sus reservas de activos. Debido a su limitada disponibilidad, el metal está menos expuesto a las fluctuaciones de valor que las divisas, por lo que constituye una forma de «protección» contra la inflación. En segundo lugar, el aumento en la incertidumbre debido a las condiciones geopolíticas actuales, protagonizadas por los conflictos entre Rusia y Ucrania, la guerra entre Israel y Palestina, las tensiones en Asia y las elecciones en Estados Unidos y Europa, han llevado a un gran número de inversores a demandar oro como activo refugio y elemento diversificador a incluir en sus carteras.

Con referencia al largo plazo, el principal factor que explica su revalorización histórica, (rentabilidad de aproximadamente un 5% anualizado) radica en el concepto del valor temporal del dinero, que es decreciente y, por ende, en la pérdida de poder adquisitivo para los que mantienen su dinero en liquidez o, lo que es lo mismo, en la divisa de cada país. Dicho de otra forma, se trata del coste de oportunidad de no tenerlo invertido. Y es que en etapas en las que los tipos de interés reales (rentabilidad de la deuda pública descontada la inflación) son negativos, como ha sido tras la pandemia hasta recientemente, el oro se suele comportar bien, pues siempre se ha considerado como un bien escaso, demandado y que se revaloriza con el tiempo.

Como inversores, debemos siempre de tratar de preservar nuestro poder adquisitivo, para ello, mantenerse invertido es importante y los metales preciosos, pero especialmente el oro, históricamente ha sido un instrumento a tener en consideración en las carteras multiactivos. Recuerden asesorarse bien.