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Cuidado con los “finfluencers”

CAROLINA CASTELLANO, MARKETING Y COMUNICACIÓN
27/02/2022

La pandemia nos ha traído muchas cosas, entre ellas, el tiempo de más que hemos invertido en las redes sociales. En este ámbito, han proliferado las comunidades de seguidores de una persona tipo, que se ha creado un perfil profesional prometiendo ser un especialista consagrado de lo que vende o difunde, habiendo conseguido que las personas que le siguen se hayan creído sus promesas a modo de auténticos gurús. En el mundo de la inversión y las finanzas no iba a ser menos y a lo largo de este último año han aparecido multitud de perfiles influencers de en el sector financiero, catalogados actualmente como “finfluencers”. Según un análisis de Bloomberg, un perfil de finfluencer estaría ahora mismo bien remunerado, superando en algunos casos los 500.000$ de ingresos anuales.

Ahora bien, ¿cuál es el problema de estos perfiles? Básicamente, que su estrategia comercial transmite la suficiente credibilidad como para confiar en lo que cuentan, induciendo a transformar así todos los ahorros en inversión, con la esperanza de un enriquecimiento rápido. No existiría tal gravedad si no estuviésemos hablando de algo tan delicado como el dinero y la inversión, fundamentalmente en renta variable y criptomonedas. Al final, otros tipos de influencers como los de moda, lifestyle, etc., no suponen a priori ningún riesgo para el bienestar económico del seguidor/suscriptor. Generalmente, los mensajes de los finfluencers derivan en “publicidad engañosa”, ya que no son especialistas del sector financiero, y tampoco es posible hacerse millonario en un período de meses, tal y como prometen algunos.    

Durante la pandemia, el confinamiento y los Ertes, muchos pequeños ahorradores se animaron a aprovechar tanto tiempo libre para lanzarse a invertir en bolsa, queriendo hacerse ricos con unos clics por meras indicaciones de los finfluencers a modo de “traders”. Sin ir más lejos, durante el confinamiento el número de transacciones bursátiles realizadas por inversores minoristas se cuadriplicó en España. Teniendo en cuenta el riesgo que supone fiarse de un no profesional en un tema tan delicado tratándose de nuestros ahorros, la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), que siempre vela por la protección del pequeño inversor, decidió tomar cartas en el asunto, publicando una normativa para regular la publicidad sobre los criptoactivos, que entró en vigor el pasado 16 de febrero.            

Apoyándose en esta regulación, la CNMV está habilitada para tomar represalias, entre otras, aplicar sanciones económicas contra cualquier finfluencer que no cumpla con la misma y se dirija a inversores españoles. La Circular 1/2022 de la CNMV viene a detallar como está actualmente regulada la publicidad sobre criptoactivos: (i) el influencer deberá descargarse a través de su web un formulario a cumplimentar en caso de que se dirija a más de 100.000 personas; (ii) se deberá presentar este formulario en un plazo de 10 días hábiles pre-campaña, de no presentarse, la campaña puede ser cancelada; (iii) deben incluir de forma obligatoria un mensaje indicando que la inversión en criptoactivos “no está regulada” y que puede implicar la pérdida total del capital invertido. A su vez, la Autoridad Europea de Valores y Mercados (ESMA) lleva tiempo estudiando esta tendencia persistente de los finfluencers. Según un reciente estudio suyo, el peligro no radica solo de manera individual por los riesgos que supone en la protección de los inversores, sino que esta toma de decisiones colectiva “en masa” también puede llegar a plantear riesgos en los mercados financieros, y a afectar en última instancia a un país en términos de estabilidad financiera.         

Desde Cross Capital, queremos resaltar que en este contexto en el que el acceso a los instrumentos financieros es tan fácil a través de Internet, resulta imprescindible acudir a asesores financieros regulados e independientes, que aporten valor proporcionando una planificación financiera personalizada, a través de bases objetivas y atendiendo a las necesidades de los clientes con un total alineamiento de intereses.