Comienzan las bajadas de tipos
09/06/2024
Tras un periodo de dos años en los que los Bancos Centrales han cambiado su política monetaria acomodaticia hacia una mucho más restrictiva, alzando los tipos de interés a entornos del 4,5% en Europa y del 5,5% en Estados Unidos y activando lo que se conoce por QT (Quantitative Tightening), parece que comienza un nuevo periodo en el que se empezarán a reducir, nuevamente, los tipos de interés principales.
Como sabemos, los Bancos Centrales tuvieron que cambiar su estancia con respecto a la política monetaria debido a la inflación que se ha vivido postpandemia en las economías de desarrolladas de occidente. Los shocks de ofertaen un principio con los problemas en las cadenas de suministro, así como los shocks de demanda con la reapertura de las economías y los shocks en materias primas vitales para la sociedad provocadas por los conflictos geopolíticos, todo esto impulsado por más de una década de dinero gratis tras la Gran Crisis Financiera, han sido las principales causas de esta inflación.
Muchas cosas han pasado desde que se inició este proceso de subida de tipos en los países desarrollados, como la caída de Credit Suisse, el impulso de la IA o el estrés en la banca regional americana, temas que hemos tratado semanalmente con estos artículos dominicales. Sin embargo, pese a que desde un inicio se esperaba un desenlace económico bastante trágico (en referencia a la fortaleza y crecimiento de estas economías), parece que de momento la narrativa del soft-landing está siendo la ganadora. Ciertamente, la salud de los mercados laborales y el crecimiento económico han sido muy satisfactorios, y todo esto logrando reconducir la inflación hasta niveles mucho más razonables.
Teniendo esto en cuenta, los Bancos Centrales, en su afán de “no pasarse de frenada”, han comenzado a bajar estos tipos de interés. Los primeros movimientos lo han hecho los bancos sueco y suizo, mostrando el camino al BCE, que ha implementado un recorte de 25 pbs, y al Banco de Canadá con otra bajada de 25 pbs. Habrá que ver si la FED y el BoE siguen la estela de sus homólogos o deciden mantener el discurso hawkish por más tiempo. Lo que es curioso es que, pese a que el BCE ha bajado tipos, sus previsiones de inflación han aumentado para los consiguientes años esperando un 2,3% en 2024 y llegar al 2% en 2025.
¿Qué efectos tendrá esto para los mercados financieros? Bueno, si las previsiones de inflación se mantienen constantes y la economía continúa siendo resiliente, activos como la renta fija deberían de experimentar un buen comportamiento en precio y el tramo corto de las curvas debería aplanarse. Por otro lado, para la renta variable, el coste de capital de las compañías bajará, lo que conlleva una mayor valoración de los flujos de caja que generen. Además, más a largo plazo, si la tendencia de esta política monetaria se sostiene, conllevaría una menor carga financiera para el ciudadano de a pie, lo que generaría una mayor demanda de bienes discrecionales. En general, siempre y cuando siga habiendo robustez en los mercados laborales, crecimiento económico y la inflación no se desboque, esta bajada debería ser positiva para los activos financieros tradicionales.
Es muy complicado hacer predicciones sobre como irá la economía debido al dinamismo que, inherentemente, tienen las variables macroeconómicas. Sin embargo, es importante entender las implicaciones de ese tipo de movimientos, ya que nos puede ayudar a la generación de ideas de inversión y a impulsar las rentabilidades de nuestras carteras. Feliz Domingo.