Brexit: ni a la tercera…
MUNESH MELWANI, SOCIO-DIRECTOR GENERAL
17/03/2019
Como sabrán, el parlamento británico ha aprobado una extensión del Brexit por una abrumadora mayoría (412/202) pero sólo con el apoyo de 112 diputados conservadores. La enmienda incluía una extensión de tres meses si May logra la semana que viene la aprobación, en su tercer intento, de su plan de salida. En caso contrario, el Reino Unido buscará una extensión más prolongada.
Tal y como recuerda el gobierno del Reino Unido, una extensión de corto plazo imposibilitaría una nueva extensión del Artículo 50 puesto que el país contaría con representación en el nuevo Parlamento Europeo. Por otro lado, el Consejo Europeo será el que deberá aprobar la solicitud de extensión de forma unánime presumiblemente en su última cumbre (21/22 marzo) antes de la salida.
Parece que el plan de May pasa por amenazar a los euroescépticos con la solicitud de un período de prórroga largo, que haría que el Reino Unido participase incluso en las elecciones europeas y que sería lo suficientemente extenso como para que muchos británicos aumentasen la presión para celebrar otro referéndum con el que intentar corregir la decisión de hace casi tres años y mantenerse dentro de la UE.
De esta forma, para minimizar ese riesgo, May recibiría el apoyo de los euroescépticos a su plan no necesariamente porque lo compren, sino para evitar una marcha atrás del proceso del Brexit. Toda la estrategia de May parece que está orientada a tal fin. Tanto los británicos, como los europeos desean que el proceso termine cuanto antes, si bien, prefieren evitar un Brexit duro.
En paralelo, en Europa comienza a hablarse de políticas fiscales expansivas que pretenden aportar un 0,4% adicional al PIB comunitario. Desde el punto de vista de la inversión, el Euro debería apreciarse en lo que resta de 2019. Por valoración y estrategia, a estos niveles vemos un potencial limitado a la bolsa europea en general (conviene cubrir), si bien España y Alemania mantienen su atractivo. No obstante, se recomienda ser muy selectivos en las compañías y combinar revalorización con dividendos. En el Reino Unido también hay buenas oportunidades de inversión, pero el Brexit ha retraído el apetito inversor internacional, mientras muchas compañías con negocios domésticos acumulan revalorizaciones importantes.