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Apple abraza la inteligencia artificial

JORGE BAUER, TRAINING – CROSS CAPITAL

16/06/2024

La reciente Conferencia Mundial de Desarrolladores de Apple (WWDC) 2024, celebrada a principios de esta semana, mostró la posición de Apple con respecto a la Inteligencia artificial (IA). Durante este evento, la empresa de la manzana mordida presentó mejoras en términos de hardware y software de sus productos, incluyendo iOS 18, iPadOS, macOS Sequoia y visionOS 2. Sin embargo, el anuncio que se llevó el protagonismo no fueron estos productos, sino la introducción relevantes innovaciones relacionadas con la Inteligencia Artificial, que la empresa la ha vendido a denominar “Apple Intelligence”, una tecnología revolucionaria que piensa implementar en los próximos meses con la ayuda de OpenAI (creadora de ChatGPT), que curiosamente está participada por Microsoft en un 49% de su capital.

La reacción de la noticia por parte de los mercados financieros fue inmediata. En un primer momento las acciones de la compañía empezaron a caer, lo que hizo que la empresa cerrara en negativo el mismo día del anuncio. Sin embargo, en los días siguientes, tras una valoración por parte de la comunidad tecnológica y una reflexión por parte de los inversores, el mercado se dio la vuelta y la acción de Apple se revalorizó en más de un 10%, destronando a Microsoft como la empresa más valiosa del mundo.

Este evento ha hecho que Apple vuelva a ser el centro de atención de muchos medios, lo cual ha generado numerosos debates y críticas por parte de inversores y usuarios sobre su ecosistema.  Si bien el anuncio sobre la IA era previsible, la colaboración con Open AI resultó ser inesperada. Muchos inversores argumentaron que la empresa debería haber implementado desde un primer momento su propio sistema “made by Apple”, por lo que el hecho de tener que pactar con una compañía externa no sentó bien y generó preocupaciones en torno al tratamiento y a la privacidad de los datos de sus usuarios.

En este sentido, el acuerdo con Open AI, fue interpretado inicialmente como una señal de debilidad por parte de Apple, sugiriendo no solo que la compañía no había sido capaz de desarrollar su propio sistema de IA, sino que además se había visto obligada a pactar con la empresa líder en la revolución de la inteligencia artificial generativa. Sin embargo, en contraposición a lo que piensan algunos, esta decisión ha podido ser estratégicamente prudente.

Quizás, no es que Apple no haya sido capaz de crear su propio sistema, sino que, probablemente, ha decidido ser cautelosa. Como bien sabemos, el desarrollo de una nueva tecnología debe pasar por un largo proceso de prueba y error, cuestión que como hemos visto con Google y su buscador, así como con el propio ChatGPT, esto es, no están libre de fallos. Desde este punto de vista, la colaboración con Open AI podría darse como algo temporal, y de esta forma Apple no sólo reducirá fallos en su implementación, si no que, además, podría tratar de desarrollar su propio sistema de IA en el futuro exento de los fallos que vaya detectando.

En cuanto a la privacidad, Apple se ha mostrado muy cuidadosa, midiendo cada paso desde un primer momento. Apple siempre ha tenido un enfoque muy conservador respecto a la privacidad de sus usuarios, tratando de respetarla lo máximo posible. Sin embargo, la IA es bastante impredecible, por lo que, si se producen filtraciones de datos, la empresa se verá altamente afectada, en cambio, si la empresa de Cupertino maneja correctamente el desarrollo de la IA y mantiene su compromiso con la privacidad, el efecto en la industria hacia un ecosistema de IA más seguro y confiable se verá incrementado.

Como inversores, nos toca estar atentos a los próximos eventos sobre cómo Apple ejecutará e incrementará las expectativas creadas esta semana. La forma en la que esta tecnología aportará valor a los accionistas y consumidores, y cómo manejará la privacidad de nuestros datos, el tiempo nos lo dirá.