Primer acercamiento a la Financiación Sostenible
JOHANNA PRIETO, FINANZAS CORPORATIVAS
1/12/2019
La financiación sostenible ha llegado para quedarse. Tal es el desarrollo de esta corriente en los últimos tiempos que hasta la CNMV ha incluido en su página web una nueva sección dedicada a las finanzas sostenibles para responder a la “creciente demanda” de información sobre este tema por parte de inversores, emisores de valores, gestoras de instituciones de inversión colectiva y empresas de servicios de inversión. Comprometida con la Sostenibilidad, la CNMV en el nuevo portal que acaba de inaugurar hace unos días, pretende definir una guía en el ámbito de las finanzas sostenibles, sintetizando las principales definiciones, conceptos, tipologías y marco normativo, informando igualmente de los avances normativos a nivel nacional e internacional. Siguiendo el concepto acuñado por la Comisión Europea, las finanzas sostenibles se refieren a “la financiación para realizar inversiones teniendo en cuenta cuestiones medioambientales, sociales y de gobierno”, es decir aquellas que suministran financiación a inversiones que tengan en consideración prioritaria o relevante los aspectos sociales, de gobernanza y los medioambientales (Environmental, Social y Governance, por sus siglas en inglés).
Hasta la adopción por parte de la Comisión Europea de su Action Plan on Sustainable Finance en mayo 2018, en respuesta a la Agenda 2030 de Naciones Unidas para un desarrollo sostenible y el Acuerdo de París sobre el cambio climático, las finanzas sostenibles se limitaban a un tipo de inversión “bondadosa o comprometida” sin supervisión y control por parte de los reguladores. Sin embargo, tal ha sido el desarrollo de este último año que ya se contempla incluso la incorporación de la sostenibilidad en el asesoramiento financiero. Así, tras la complejidad que ha representado Mifid II, ya se habla de incorporar a los análisis de idoneidad las consideraciones y las preferencias ESG de los clientes, para ofrecer recomendaciones de inversión que tengan en cuenta los prismas de sostenibilidad medioambiental, social y de buen gobierno. Sin embargo, tal y como suele ocurrir en esto de los desarrollos normativos, si bien el concepto de finanzas sostenible está claro, la realidad reciente es que se trata de un ámbito poco desarrollado, carente de estándares y “taxonomía” cerrada, aún en fase de elaboración y definición por parte de expertos en la materia. En esta línea, la CNMV en su portal se ha comprometido a informar de los avances y actualizaciones en esta materia, incluyendo información sobre su participación en las distintas instancias internacionales, europeas y nacionales en las que se define la nueva normativa en el ámbito de las finanzas sostenibles y su supervisión.
Esta y otras iniciativas dejan claro que las finanzas sostenibles han nacido para quedarse, y que se trata de un concepto que acabará llegando y manejando hasta el menos erudito, y que tendrá un impacto y beneficio a pie de calle. Iniciativas como la financiación sostenible en condiciones ventajosas a la empresa de calzado Camper, siempre que el destino de los fondos financie el desarrollo de un tipo de calzado con conciencia ecológica y que minimice el impacto medioambiental, o la financiación de los proyectos sociales y verdes de determinadas instituciones públicas a través de “Bonos verdes y Sostenibles”, son claros ejemplos de lo que está por venir.