Coronavirus y mercados
PUNEET VASWANI, ASESORAMIENTO Y GESTIÓN PATRIMONIAL
02/02/2020
La propagación a nivel mundial del Coronavirus (temporalmente denominado “2019-nCoV”) surgido en la ciudad china de Wuhan durante el mes de diciembre, está siendo sin duda el quebradero de cabeza de los inversores en estas últimas semanas, si bien nuestro escenario central (optimista y no catastrófico) es que los mercados sufrirán a corto plazo por la incertidumbre y posteriormente, una vez se estabilicen las cifras de infección, deberá venir una recuperación. No obstante, siempre está el escenario de riesgo, esto es, que el repunte no cese y la pandemia se siga extendiendo.
La extensión de las vacaciones del año nuevo chino por parte del Gobierno, la cuarentena a la que se ha visto sometida la ciudad y las áreas adyacentes desde la semana pasada, y el aumento diario del número de muertes y de infectados, sumado a la expansión territorial del virus a Tailandia, Australia, Estados Unidos, Canadá y algunos países de la UE, hacen de este virus un asunto de trascendencia mundial. No sólo porque la OMS haya planteado decretar la alerta sanitaria internacional, sino también por el efecto que podría tener en la economía china y, consecuentemente, en la mundial.
No todos los virus son iguales ni comparables, pero nos recuerda al SARS (síndrome respiratorio agudo grave) que surgió en Hong Kong en el período 2002-03. En esa época, hace ya 17 años, China tenía un menor protagonismo mundial y la respuesta de sus autoridades se consideraron inadecuadas. El liderazgo de China actualmente es incuestionable y su respuesta en términos de transparencia y cooperación está siendo acorde a lo esperado, siendo proactivos, tomando medidas de prevención y de contención de la enfermedad, alertando a la OMS y paralizando distintas actividades económicas para evitar su propagación.
Si barajamos una suavización de las cifras de infección en 2-3 semanas, en nuestra opinión, los sectores más afectados serían el transporte (representaba en 2018 un 4,5% de su PIB), hoteles y restaurantes (1,2%) y comercio mayorista y minorista (9,3%). Si esto lo unimos a las festividades chinas por el nuevo año, podría tener un impacto en el PIB de 2020 del entorno del 1 p.p., pero claro, esto sin tener en cuenta las medidas de compensación del gobierno chino, que hará todo lo que esté en su mano para no crecer por debajo del 6%. El resto de Asia también se verá afectada por el turismo chino, dado que el 90% de su población viaja en la zona.
Por su parte, la reacción privada también se ha dejado notar: las principales aerolíneas han tomado medidas de prevención cancelando sus vuelos hacia y desde China continental, por lo menos, hasta marzo. Las principales cadenas hoteleras ofrecen reembolsar el dinero a los turistas que no deseen viajar a las zonas afectadas por el virus. Otros ejemplos: Toyota ha paralizado la producción y ha cerrado sus fábricas; Starbucks ha cerrado también 2.000 establecimientos en China continental; el resto de las empresas de diversos sectores piden a sus empleados que trabajen desde casa.
En cuanto a la evolución de los mercados, previsiblemente, en el corto plazo seguirá una corriente de ventas ante la incertidumbre, especialmente cuando abran las bolsas chinas mañana lunes. Los principales mercados mundiales ya se están viendo afectados y un retroceso del 5 al 10% desde niveles máximos no sería descartable. En cualquier caso, muchos inversores también venderán por aquello de materializar plusvalías ante el rally registrado desde octubre de 2019 aprovechando este nuevo episodio de volatilidad.
En estos momentos convulsos, lo mejor es siempre alejarse de la gestión pasiva y aumentar la exposición a activos refugio, tales como los bonos americanos, las divisas fuertes y el oro. Cuando amaine la tormenta, será el momento de hacer una valoración de daños e identificar compañías injustamente penalizadas y entrar de nuevo en el mercado, siempre de forma selectiva y bien asesorados.