El BCE camina hacia la normalización
AARÓN RODRÍGUEZ, ASESORAMIENTO Y GESTIÓN PATRIMONIAL
16/12/2018
En la última reunión del año, el BCE mantuvo sus perspectivas sobre los tipos de interés sin cambios, al tiempo que mejoraba el guidance sobre el Programa de Compra de Activos (APP por sus siglas en inglés), de modo que los reembolsos continuarán reinvirtiéndose en su totalidad -con algunos pequeños ajustes- durante un amplio periodo de tiempo, incluso después de la primera subida de tipos. Hay quienes hablan del fin del QE, pero ciertamente no lo será, precisamente porque la autoridad monetaria continuará recomprando activos. Las previsiones para el crecimiento conjunto de la Unión se han revisado a la baja, al igual que la inflación. Otro punto clave de la reunión, fue sin duda la no discusión sobre las TLTRO, otra de las herramientas no convencionales de política monetaria de las que dispone el BCE. Los analistas consideran que la no discusión de este asunto, deja abierta la opción de una extensión de préstamos baratos en forma de TLTRO-III en 2019.
Los anuncios clave no fueron excesivamente sorprendentes, los tipos de interés no varían de momento, pero se mantiene la hoja de ruta de hacerlo después del verano de 2019. Este ajuste gradual de la política, comenzaría en septiembre aumentando la tasa de depósito en 15 puntos básicos. Las compras netas de activos finalizan este mes de diciembre, pero las reinversiones se mantendrán incluso después de iniciar la normalización de los tipos de interés clave del BCE. En este sentido la hoja de ruta se ha alterado ligeramente respecto a lo que se esperaba inicialmente, debido a que se ha revisado a la baja el crecimiento esperado y la inflación. Ahora se espera que el conjunto de la UE crezca a un ritmo del 1,7% para los dos próximos años y luego caiga al 1,5%, con una inflación que aumentará una décima cada año hasta el 2021, partiendo del 1,6% esperado para 2019. Si bien los riesgos que rodean sus proyecciones de crecimiento se mantuvieron “ampliamente equilibrados”, Draghi afirmó que “el balance de riesgos se está moviendo a la baja”. Por último, se tomaron varias decisiones con respecto a los parámetros de reinversión: se mantiene el tamaño de la APP con los niveles de finales de diciembre; las reinversiones se distribuirán a lo largo del año, modificando la política actual y; se ajustará el stock de compras a lo largo del tiempo para cumplir con la nueva clave de capital, que no es más que el reajuste que se realiza cada lustro de manera equiponderada teniendo en cuenta la población de cada país y su cuota del PIB dentro de la UE. Lo destacado de este aspecto es que, en el nuevo cálculo, Italia sale penalizada en beneficio de Alemania (el BCE recomprará cada vez menos deuda italiana y más alemana).
Una pregunta más interesante que preguntar qué dijo el BCE es qué no dijo. Destacó por su ausencia cualquier discusión sustantiva sobre las TLTRO. Draghi reconoció que las TLTRO habían contribuido en gran medida a mantener una política monetaria acomodaticia en la zona del euro. Como resultado, en la medida en que el BCE desea mantener condiciones de liquidez favorables y un amplio grado de ajuste monetario, esto deja la puerta abierta al anuncio de más TLTRO en 2019.
En conclusión, se mantiene las perspectivas de la primera subida de tipos en la Eurozona en septiembre de 2019. Mario Draghi abandonará la presidencia del BCE un mes más tarde, dejando en manos de su sucesor, aún desconocido, la ardua labor de subir tipos al tiempo que deberá reducir el enorme balance que el banco central ha acumulado desde 2015, cifrado en 2,6 billones de euros.