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El fin del dinero gratis para las empresas

JOHANNA PRIETO FINANZAS CORPORATIVAS

13-07-2018

 

A pesar del último mensaje del Banco Central Europeo (BCE) que apunta a que los tipos de tipos de interés seguirán al 0% al menos durante un año más, varios son los factores y elementos que hacen pensar que el dinero gratis en Europa tiene los días contados. Las recientes y graduales subidas de tipos de la Reserva Federal (Fed), donde el ciclo está más adelantado, que ha situado a sus tipos de intervención en el rango 1,75%-2%, estimándose  dos nuevas actuaciones al alza en lo que queda de 2018 que acaben situando el precio del dinero en la horquilla del 2,25%-2,50%, así como la caída en los precios de los bonos corporativos (alza en sus rentabilidades), vislumbran un incremento en los costes de financiación de las empresas en el corto-medio plazo. La acumulación de vencimientos de la deuda de las empresas europeas en el corto/medio plazo, deuda que habrá de refinanciarse en el mercado, refuerzan esta teoría. Como referencia, según las estimaciones de la agencia de rating Standard & Poor’s (S&P), de los más de 9,6 billones (millones de millones) de deuda privada que vencen antes de 2023, el  40% es europea. Igualmente, el incremento en los tipos de interés a los que cotizan actualmente los bonos de deuda corporativa (caídas en el precio de la renta fija privada en el mercado secundario) apuntan igualmente en la misma línea. En un escenario de mayores tipos de interés de referencia, elevado volumen de emisiones para financiar los vencimientos de la deuda, mayor percepción de riesgo crediticio, y por tanto, mayor margen o spread creditico exigido por los inversores, acabará tensionando de manera generalizada el coste de financiación de aquellas compañías con menor calidad crediticia y/o más endeudada.

Esta situación se pone de manifiesto si analizamos el comportamiento del mercado de emisiones estas últimas semanas. En línea con la escasa actividad a nivel europeo, es llamativa en el caso de España la nula actividad en el mes de julio de emisiones de empresas a pesar de existir inversores con apetito por este tipo de activos. Al contario de la sequía del 2012 donde el mercado de emisiones de deuda privada se cerró porque no existían inversores dispuestos a asumir el riesgo de las empresas, actualmente son las empresas las que no están dispuestas a pagar un sobrecoste por obtener financiación en el mercado de emisiones. Sin embargo, si bien es cierto que las turbulencias, volatilidad  y tensiones geopolíticas hicieron que el mes de julio no fuera un buen momento para financiarse, creemos que las empresas tendrán que empezar asumir el incremento en los tipos de interés, y por tanto en el coste de su deuda, analizando y evaluando con más detalle la rentabilidad de cada uno de los proyectos y/o negocios a financiar.