Invirtiendo a largo plazo: tendencias globales
MUNESH MELWANI Socio-Director General de CROSS CAPITAL EAFI
26-03-2017
Creo que todo el mundo es consciente de algunas de las megatendencias que marcarán el rumbo de la humanidad a largo plazo, pero quizás la más perceptible en nuestro día a día, es la ligada a la revolución tecnológica que se está produciendo y la digitalización de nuestras vidas. Quiero decir con esto, que a veces los árboles no dejan ver el bosque, y conviene parar un poco y reflexionar sobre qué está pasando a nuestro alrededor, hacia dónde vamos y si en esta deriva que coge el mundo, estamos o no bien posicionados.
Por recopilar las tendencias globales, enumero a continuación las que nosotros tenemos identificadas, aunque seguramente se puedan añadir más: (1) Cambio climático y la recomposición del mix energético, (2) El agotamiento de los recursos naturales y los cambios en la agricultura, (3) El cambio demográfico y el envejecimiento, (4) La nueva geopolítica mundial, (5) El ascenso del poder ciudadano y de las clases medias, (6) La nueva forma de educar y aprender, (7) Las megaciudades y smartcities, (8) La revolución tecnológica: transformación digital, bigdata, ciberseguridad, internet de las cosas, impresoras 3D, realidad virtual, robótica, inteligencia artificial, (9) La transformación del sector financiero (10) El poder accionarial y el gobierno corporativo (11) El auge del emprendimiento y el trabajo del futuro (12) La economía colaborativa.
Queda claro que el planeta está en continuo movimiento y estas tendencias vienen para quedarse, con un claro efecto sobre el comportamiento humano, sus hábitos de vida y la forma de trabajar. En este sentido, tanto empresas como instituciones se están preparando para ello y se producirán cambios estructurales en los próximos años. Como analistas, asesores financieros y gestores patrimoniales, nuestro cometido incluye la identificación de oportunidades de inversión en el marco de las tendencias descritas. Como resultado del análisis, hay temas muy atractivos en los que invertir (inversión temática), siendo necesario analizar asimismo qué empresas están mejor posicionadas en cada uno de los temas y si el mercado bursátil ya descuenta o no en su valoración, los resultados futuros como consecuencia de dicho posicionamiento.
En esta búsqueda de empresas interesantes, nunca hay que perder el horizonte de inversión, que ha de ser siempre a largo plazo, como lo son las tendencias. Por dar alguna pista sobre alguna de las tendencias en esta labor de seleccionar empresas, ponemos algunos ejemplos: a nadie se le escapa que Google o Facebook disponen de muchísima información personal de sus usuarios, que Amazon está cambiando la forma de consumir productos, que cada vez quedarán menos bancos por el proceso de concentración necesaria para recuperar rentabilidad del negocio y ante la irrupción de nuevos competidores Fintech (plataformas de direct lending y de medios de pago principalmente), que las impresoras 3D con uso industrial pueden abaratar los costes de producción, evitando así la deslocalización de los centros de producción en el lejano oriente, que los países emergentes suponen 2/3 del PIB mundial y el poder se desplaza a Asia, que Airbnb o Uber han transformado radicalmente la forma de contratar servicios en el ámbito inmobiliario o de transporte, que Apple revolucionó la comunicación con el iPhone y los demás le han intentado replicar, que Nestlé cambió la forma de tomar el café con Nesspreso, que todos estamos expuestos a un ataque cibernético por lo que debemos estar protegidos, que el mix energético tiende a reducir la dependencia de los combustibles fósiles y cogen impulso las energías renovables, que cada vez más se trabaja por proyectos, de forma independiente y desde cualquier ubicación, que la educación ya es de acceso global vía internet, que la información está al alcance de todos, etc, etc. Si uno es disciplinado en la metodología de inversión, observa globalmente, tiene paciencia y visión a largo plazo, la combinación será siempre ganadora.