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Análisis financiero

La importancia del análisis financiero

AARÓN RODRÍGUEZ Asesoramiento y Gestión Patrimonial en Cross Capital

13-11-2016

Entender los estados financieros de una empresa supone un paso esencial para una óptima selección de valores ya que revela los detalles del rendimiento operativo y financiero de la empresa. El análisis financiero es, por tanto, de vital importancia.

Las autoridades competentes de cada país regulan y exigen una divulgación pública del estado financiero a determinadas empresas. Los analistas y gestores de fondos utilizan esta información para identificar oportunidades o potenciales riesgos que puedan afectar al futuro de sus inversiones.

Los datos reportados pueden ser empleados en distintas evaluaciones. Por ejemplo, para comparar compañías similares dentro de una industria. Pero también para evaluar la capacidad de su endeudamiento o para determinar el riesgo  de impago. Los analistas emplean toda esta información para estimar la rentabilidad futura y su valor en los mercados.

Los informes anuales de las empresas en el análisis financiero

Una buena fuente primaria de información para el análisis financiero es aquella que parte del propio informe anual de la empresa. En él se desglosan los estados financieros, a saber:

  1. La cuenta de resultados.  También conocida como la cuenta de pérdidas y ganancias. Es la que informa sobre la evolución operativa de la compañía durante el periodo contable. En ella también se resume el volumen de negocio y los gastos de la compañía.
  2. El balance. Proporciona una “foto” de los activos y pasivos de la empresa en una fecha determinada
  3. El estado de flujos de efectivo. Informa cómo la empresa ha generado el efectivo y dónde lo ha empleado durante el periodo contable.

El estudio de ratios de valoración

En un análisis, estas tres partes se acompañan de un estudio de ratios de valoración. Estos ratios son útiles a la hora de comparar las tendencias financieras de una empresa en un horizonte temporal determinado. El análisis de ratios facilita la comparación de empresas de diferentes tamaños, ayuda a identificar y anticipar los riesgos, así como el potencial de crecimiento de los ingresos.

Los ratios suelen clasificarse en tres grandes grupos: de liquidez, de rentabilidad y de apalancamiento. Los coeficientes de liquidez miden la capacidad de la empresa para atender sus pasivos inmediatos (deudas y obligaciones en el corto plazo). Los índices de rentabilidad, por su parte, miden el potencial de ganancias de la empresa. Mientras que los coeficientes de apalancamiento o deuda indican el riesgo financiero de una empresa, al evaluar la capacidad para pagar sus obligaciones.

Otros ratios que nos ayudan a determinar si una empresa está “cara” o “barata” son los ratios que relacionan el precio de cotización con los fundamentales de la compañía (PER, Payout, precio/valor contable,…).

Análisis financiero: la observación de las desviaciones

No obstante, los analistas también intentan valorar la calidad de los beneficios mediante la observación de las desviaciones entre los beneficios operativos reales de los reportados. Al final se parte de la premisa de que el papel lo aguanta todo. Por eso, tratan de analizar la estabilidad y calidad de los ingresos en el tiempo, así como los procedimientos contables empleados por la empresa, entre otros.

En resumen, entender el formato y el contenido de las declaraciones de los informes es crucial para analistas y gestores. La conclusión del análisis realizado deberá ser interpretada en función del contexto en el que se encuentre la empresa y el ciclo de la economía. No es lo mismo una tasa de crecimiento del BPA (beneficio por acción) del 7% en un ciclo expansivo que en uno recesivo. O dicho de otra forma, no es lo mismo un 7% con niveles de rentabilidad de los activos sin riesgo (deuda pública) del 2% que del 5%.