A vueltas con la paridad del euro-dólar
12/01/2025
Desde finales de septiembre de 2024, el euro ha intensificado su tendencia bajista frente al dólar estadounidense, acumulando una pérdida superior al 7% de su valor en apenas unos meses. Como resultado de ello, durante estos primeros días de 2025, el par EUR/USD ha alcanzado un mínimo de aproximadamente 1,0225, su nivel más bajo desde noviembre de 2022, acercándose progresivamente a la paridad en el que 1€ = 1$.
Si bien esta cifra puede parecer meramente simbólica, posee gran relevancia económica dado que históricamente el euro ha cotizado por encima del dólar y la paridad solo se ha registrado en dos ocasiones previas y en escenarios particularmente adversos para la economía europea: la primera en 2002, en un contexto de pérdida de confianza en la moneda única tras su reciente introducción, y la segunda, en 2022, durante la crisis energética derivada por la invasión rusa a Ucrania, que sacudió con fuerza a las economías de la Eurozona. Bajo este contexto, parece interesante analizar las razones detrás de este reciente debilitamiento y evaluar si la paridad pudiera o no materializarse de nuevo.
En primer lugar, entre una de las principales explicaciones a esta depreciación del euro frente al dólar, se encuentra la creciente diferencia de crecimiento actual y futuro entre ambas regiones, así como en su estabilidad política. Por un lado, las principales economías de la unión se encuentran sumidas en un estancamiento económico derivado del aumento en los costes energéticos que tuvieron que soportar las empresas tras la invasión de Ucrania y a una creciente incertidumbre política en dos de sus principales economías: Francia y Alemania. Por otro lado, la economía estadounidense ha seguido siendo más robusta y las perspectivas de crecimiento económico para este año son bastante mejores. A estas diferencias de perspectivas, se le suman los posibles efectos arancelarios que podría suponer la entrada de Donald Trump, lo que podría reducir aún más las exportaciones en las industrias claves para la unión, como son el sector manufacturero, el químico o el automotriz y añadiría más presiones sobre el euro y la Eurozona.
En segundo lugar, encontramos la diferencia existente entre las políticas monetarias que implementan ambos bancos centrales actuales y su perspectiva a futuro, donde la actuación monetaria de la Reserva Federal de Estados Unidos (FED) ha sido más restrictiva que la del Banco Central Europeo, con unos tipos de interés del 4,25% frente al 3,15% europeo. Con respectos a las expectativas de reducciones futuras de tipos, el BCE ha sido mucho más claro que la FED, afirmando que seguirá bajándolas para estimular la economía, mientras que la FED ha relajado su postura debido a una mayor inflación.
Por último, situamos entre los motivos, el papel que juega el dólar en su rol de activo refugio y al propio sentimiento de mercado. Con ello nos referimos a que, ante un entorno de incertidumbre como el actual y ante la tendencia bajista que lleva experimentando el euro, nos hace pensar que algunos traders y/o inversores sobre divisas, hayan empezado a reducir sus apuestas alcistas sobre el euro y a buscar otros activos con menor incertidumbre.
Sobre la cuestión de cuándo el EUR/USD alcanzará o no la paridad, dependerá de la evolución que vayan teniendo estos factores a lo largo de los próximos meses, así como el impacto generado por cada uno de ellos. Si bien es cierto que la toma de poder e intenciones de Trump en las próximas semanas podrían actuar como catalizador, la paridad de forma continuada podría tardar mucho más tiempo en producirse.