Geopolítica y gestión de carteras
BORJA DE LA CRUZ, ASESORAMIENTO Y GESTIÓN PATRIMONIAL
06/10/2024
En las ultimas semanas hemos vivido un recrudecimiento de tensiones geopolíticas que ha tenido a los inversores pendientes de lo que pasa en el Oriente Medio. Esta escalada en las tensiones viene dada por la ejecución de ataques precisos, por parte de Israel, en las cúpulas de las milicias/grupos financiados por Irán, lo que ha hecho que Irán responda con un lanzamiento de unos 180 misiles balísticos dirigidos hacia suelo israelí. Este último ataque de Irán ha hecho que Israel se pronuncie anunciando fuertes represalias hacia Irán.
Entre las represalias de Israel hacia Irán se baraja la posibilidad de atacar infraestructura energética iraní además de intentar acabar con el desarrollo nuclear del país islámico. Por otra parte, Irán podría bloquear el estrecho de Ormuz por el que pasa una gran parte del petróleo y gas producido a nivel mundial.
Cómo es lógico, el barril de petróleo ha reaccionado al alza recogiendo el riesgo de que la oferta se limite aún más. El riesgo de un ataque como el planteado por Israel, así como el cierre del estrecho, podría dejar fuera del mercado unos 21 millones de barriles diarios, lo que haría que el precio del petróleo volviese a terrenos vistos durante el 2022. Esto haría que la inflación, cuyo crecimiento se venía mejorando desde 2023, repuntase y pondría en duda la política monetaria, actualmente más laxa, que están ejecutando los Bancos Centrales.
Teniendo en cuenta que el mercado ha abrazado esta política monetaria más laxa, debido a la desaceleración del crecimiento económico en las economías de occidente, esto podría suponer un mazazo para las valoraciones actuales de los índices bursátiles de referencia, que se encuentran, prácticamente, en máximos históricos.
Este contexto nos parece adecuado para hablar del riesgo y las eventualidades negativas a nivel de la gestión de carteras. Siendo inversores en valor, nuestro análisis siempre suele ser “de abajo hacia arriba o bottom-up”, es decir, nos centramos en las compañías y los riesgos inherentes en estas. Estos riesgos inherentes muchas veces puedenprovenir de opcionalidades como la que está ocurriendo en Oriente Medio. Es por ello por lo que, es necesario que,desde una perspectiva global de nuestras carteras, tengamos balanceados estos riesgos en relación con las probabilidades de ocurrencia de estas opcionalidades.
¿Qué queremos decir con esto último? Que si creemos que, por poner un ejemplo, es altamente probable que Israelataque las infraestructuras energéticas de Irán, tengamos en cartera compañías que se puedan beneficiar positivamente de esa opcionalidad o que al menos, no se vean afectadas negativamente por el evento. Por otra parte, también deberíamos tener compañías que se vean beneficiadas por si el evento no pasa. Esta gestión, realizada correctamente, podría hacer que el rendimiento interno de nuestras carteras se incremente significativamente.
Esto no quiere decir que nuestras decisiones de inversión se fundamenten en este tipo de eventos ni mucho menos. Es solo que debemos tener en cuenta este tipo de opcionalidades a la hora de invertir y el hecho de tener un buen criterio en las probabilidades de ocurrencia puede ayudarnos a mejorar nuestros retornos. Siempre debemos empezar nuestro análisis por la compañía en sí, su negocio base, su calidad y el precio que pagamos por estas cualidades.