El verdadero reto del inversor
25/08/2024
No recuerdo un verano tranquilo en cuanto a mercados financieros se refiere. En las últimas semanas, los mercados han mostrado una volatilidad que ha encendido las alarmas de muchos inversores. A pesar de las múltiples señales positivas en la economía global, la rápida propagación de miedo y pánico entre los participantes del mercado ha generado caídas abruptas en precios y reacciones exageradas. Como inversor con casi tres décadas de experiencia, he visto este suceso repetirse una y otra vez. La clave para sobrevivir y prosperar en estos momentos no reside en predecir el próximo movimiento del mercado, sino en gestionar nuestras propias emociones y aprovechar las oportunidades que se presentan.
Los últimos eventos en el mercado, como la subida de tipos un tanto inesperada en Japón combatiendo la depreciación del yen y desfavoreciendo el “carry trade”, han vuelto a demostrar cómo los mercados reaccionan de manera desmedida, con la mayor caída de la bolsa nipona desde 1987. Este fenómeno, un viernes o lunes “negro”, no es nuevo; de hecho, es una constante en la historia financiera. La clave para un inversor inteligente es no dejarse arrastrar por la histeria colectiva y entender que la volatilidad extrema, más que un riesgo, es una fuente de oportunidades.
Conviene entender la naturaleza de Mr. Market. Inspirado en la metáfora de Benjamin Graham, Mr. Market sigue siendo tan errático y emocional como siempre. Durante las últimas semanas, hemos visto cómo su “estado de ánimo” ha oscilado entre el optimismo desmedido y la desesperación, con variaciones diarias difíciles de justificar por los fundamentos económicos. Aquí es donde un inversor paciente encuentra su ventaja: aprovechando estas distorsiones temporales en el precio para tomar decisiones basadas en el valor real y no en el sentimiento.
Desde mediados de 2022 hasta julio de 2024, el mercado ha pasado de una fase de pesimismo extremo, causada por la inflación y el temor a una recesión, a una recuperación significativa impulsada por expectativas optimistas. Sin embargo, en el mes en curso, una serie de eventos como las sorpresas en la política monetaria y las inesperadas decisiones de grandes inversores como Warren Buffet, provocaron un cambio brusco en el sentimiento inversor. Esto nos recuerda que, a menudo, los movimientos más grandes no se deben a cambios en los fundamentales, sino a un giro en la narrativa prevalente.
Es en momentos como estos, cuando mantener la disciplina resulta crucial. Los movimientos de pánico generan oportunidades para aquellos dispuestos a adoptar una perspectiva contraria, siempre basándose en un análisis sólido y riguroso. Durante mis años en los mercados, he aprendido que los mejores retornos vienen cuando compras en momentos de máxima aversión al riesgo (por ejemplo, con el Covid) y vendes cuando todos están desbordados de optimismo (por ejemplo, tras el rally provocado por la IA y el anuncio de bajadas de tipos).
Se trata, por tanto, de aprovechar la irracionalidad del mercado: cuando éste está dominado por la psicología, es fácil olvidar que la evaluación del valor intrínseco de los activos cambia poco en el corto plazo. Así, cuando Mr. Market ofrece descuentos irracionales, es el momento de ser valientes y aprovechar esas oportunidades. No se trata de predecir el próximo movimiento, sino de estar preparados para actuar cuando las valoraciones se desvían significativamente de la realidad.
Los mercados siempre están marcados por la incertidumbre y cambios en el sentimiento inversor. Se debe recordar que la paciencia, la perspectiva a largo plazo y la disposición para actuar cuando otros están paralizados por el miedo, son los verdaderos diferenciadores en la búsqueda de resultados consistentes. ¡Feliz final de Agosto!