La “fiebre” de las salidas a Bolsa
PUNEET VASWANI, ASESORAMIENTO Y GESTIÓN PATRIMONIAL
18/04/2021
Con la salida a Bolsa esta semana de Coinbase, continuamos estando ante lo que parece ser una fiebre de las salidas a Bolsa, en busca de inversores que – desde la aparición de las vacunas allá por noviembre – muestran un apetito por el riesgo que no ha sido tan alto en mucho tiempo. Los datos más recientes en cuanto a flujos de entradas en fondos de inversión lo avalan: los fondos españoles han captado 6.100 millones de euros en suscripciones netas, sólo en el primer trimestre del año. Esto se puede contrastar con el fatídico año 2020, curso en el que el sentimiento inversor pasó a ser más bien adverso (envuelto por la incertidumbre de la pandemia y su posterior recuperación), con salidas netas en el primer trimestre por valor de 2.200 millones.
Es justamente en este entorno en el que los inversores se están subiendo al carro de unos mercados que parecen estar sobrecalentados, en el que compañías como Roblox, Deliveroo, AirBnb saltan al parqué. Sin embargo, la evolución positiva de los mercados descansa sobre los buenos datos macro que van saliendo (por ejemplo, ventas minoristas en EE.UU. en marzo, +9,8% respecto al mes anterior), las expectativas generadas por el plan de infraestructuras de Biden (2,3 trillones de dólares para los próximos 10 años), y los continuos mensajes de apoyo de Bancos Centrales – en el caso de EE.UU., la FED – que han reiterado en numerosas ocasiones que no habrá tapering (retirada de estímulos) hasta que el país logre una recuperación económica completa.
El contexto invita a la inversión con los tipos en mínimos históricos, aunque con el tramo largo de la curva repuntando por temor a la inflación y flujos de capitales migrando desde la renta fija a la renta variable, si bien el apetito por el riesgo también lleva a invertir en compañías cuyas valoraciones en términos de múltiplos (PER, Precio/Ventas) son muy exigentes en estos momentos y en algunos casos, ni se justifican.
Con todo ello, resulta crucial comprender que existen distintas vías para las salidas a Bolsa. Recientemente, hemos explicado las SPACs (Special Purpose Acquisition Companies), por tanto, en este caso, señalaremos las principales diferencias entre las dos vías restantes, OPV (Oferta Pública de Venta) o direct listing (lo que viene a ser una colocación directa de los títulos en el mercado).
Por una parte, en un proceso de OPV (o más conocido como IPO, en inglés) se crean, suscriben y venden nuevas acciones al público, suscritas por un intermediario, habitualmente un grupo de bancos de inversión, que trabajan en colaboración con la empresa durante todo el proceso: la decisión del precio de oferta inicial de acciones, cumplimiento de los requisitos reglamentarios y comprar las acciones disponibles de la empresa para, posteriormente, venderlas a los inversores a través de sus redes de distribución. Antes de su salida, se realiza un roadshow, en la que los directivos de la compañía presentan la misma ante inversores institucionales – lo que se conoce como el equity story -, con el fin de despertar el interés de potenciales compradores de aquellas acciones que serán públicas en los próximos meses. A mayor interés recibido, mayor precio se podrá establecer (siendo realistas) para las acciones.
Por otra parte, encontramos las compañías que deciden pasar a cotizar mediante listing, comúnmente utilizada por compañías que no tienen los recursos para pagar a los colocadores o que no quieran diluir las acciones existentes creando nuevas. Sin embargo, la ventaja de no pagar costes a los colocadores, a su vez conlleva el riesgo de que no haya respaldo ni garantías para la venta de acciones (en un IPO, sí, por los colocadores, que se suscribirían las acciones para sus propios libros, en caso de no colocación). En ambos casos, tanto en una OPV como en una cotización directa, hay que presentar (en EE.UU.) una declaración de registro en la SEC (o el regulador pertinente, en el caso español, la CNMV).
Mientras los índices bursátiles marcaban nuevos máximos esta semana, y en muchos corros se habla de especulación y sobrevaloración, para que los inversores puedan invertir en las salidas a bolsa, deben ser cautos, selectivos y asesorarse bien, siempre de la mano de profesionales experimentados y registrados. Ahora más que nunca se dispone de mucha información vía Internet, si bien en muchos casos no está contrastada o está intencionadamente manipulada, por lo que, por evitar incurrir en costes de asesoramiento, normalmente en última instancia sale caro.