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Turismo en 2021: ¿mito o realidad?

VALERIE LEWIS,  SOPORTE DE NEGOCIO
17/01/2021

La caída de las cifras del turismo local, nacional y extranjero que visitaba asiduamente las islas, ha dejado una huella difícil de borrar en la economía canaria que no resulta sorprendente para nadie. La falta de actividad en este sector como en el de la hostelería, íntimamente relacionados, ha supuesto un gran contratiempo a la industria que supone 150.000 millones de euros (12%) del PIB nacional y genera empleos cercanos a 2,5 millones de personas (13%).

Esta crisis ha afectado a los diferentes sectores que contribuyen al PIB de toda España, pero sin lugar a duda, la hostelería y el turismo, han sido los más abatidos. Dichos sectores, responsables de más del 30% del PIB en nuestro archipiélago, se han visto en la obligación de adoptar medidas muy complejas y adaptarse al cambio en tiempo récord para poder mantener a flote su negocio. Como en cualquier otro destino turístico, el sector hotelero juega un papel de suma importancia, y, por tanto, ha tenido que acondicionar sus espacios para convivir con las normativas impuestas por el Gobierno Nacional, así como a los constantes cambios, según el número de contagios por cada Comunidad Autónoma e incluso por municipios.

El panorama para 2021, pinta un poco diferente, con la ansiada distribución de la vacuna efectiva contra la COVID-19 que ha comenzado a administrarse en las islas el pasado lunes, con la intención de acelerar el ritmo con el que llega a toda la población según los grupos de riesgo establecidos, y que permitirá, sin duda alguna, relajar paulatinamente las medidas de distanciamiento social en las principales economías mundiales y luego en el resto de los países, si bien, mientras, toca sufrir la tercera ola de esta pandemia.

Se prevé la recuperación de la actividad de los sectores afectados principalmente a partir del tercer trimestre del año, cuando el alcance de la tan preciada vacuna llegue al “ciudadano de a pie”. Esto irá cambiando la mentalidad actual de comportamiento de la población, que, ante tal metamorfosis del 2020, ansían una vuelta a la normalidad, si bien se le presenta un horizonte lleno de incertidumbre. Las familias han experimentado una reducción importante en el poder adquisitivo y por tanto, temen gastar sus pocos ingresos en ocio y viajes, dejándolos para una posible recesión económica como la que se vivió con la Gran Crisis Financiera iniciada en 2008.

Esta recuperación, se espera que vaya de la mano de la creación y reactivación del empleo, dando un poco de confianza también a la población, que observa unas cifras de paro que continúan en ascenso amortiguadas por los tan conocidos ERTE, que, sin duda alguna, han sido los protagonistas del año pasado y lo serán gran parte de este. Serán claves la reactivación de los mercados de origen británico y alemán: el primero, en cuanto se vaya asimilando el BREXIT y su economía vaya recuperando el brío y dinamismo que le caracteriza, seguramente sus habitantes querrán visitar de nuevo uno de sus destinos favoritos; Alemania, el país más solvente de la Eurozona, a pesar de haberse volatilizado su superávit comercial mantenido durante una década, ha cerrado el 2020 con una caída del PIB del 5%, impacto más suave que durante la crisis financiera, con lo que esperamos que su población recupere pronto su capacidad de gasto y vocación de viajar.

Todo esto será posible siempre y cuando se tomen medidas preventivas, efectivas y acertadas, teniendo presente todo el conocimiento que se tiene ahora, tras meses de ensayo y error, aún más, considerando todo el daño e incertidumbre que hay en nuestro archipiélago, con la mayor fuente de ingresos de la economía canaria parada durante meses. No podemos perder de vista que la vacunación servirá para modular la propagación de la pandemia y que aún estamos lejos de lograr la inmunidad (según los entendidos, ésta llegará cuando el 70% de la población ya haya sido vacunada). Ojalá salga en paralelo un fármaco para su curación efectiva, más allá de la vacuna preventiva.

Igualmente, habrá que diseñar una estrategia de marketing promocional potente de las Islas como destino seguro, que sea capaz de atraer a todos aquellas personas que sienten afinidad con la naturaleza, el turismo activo, la gastronomía y el buen clima que caracteriza nuestra tierra. No es una tarea imposible, siempre y cuando los pasos a seguir estén bien definidos y sean correctamente implementados por el Gobierno Nacional, regional y el resto de la población civil. Queda mucho por hacer para reestablecer la añorada normalidad y que la recuperación del turismo en Canarias en 2021 no sea un mito, sino una realidad.