La UE emite “bonos sociales” para apoyar el empleo
DAVID MARTÍN, ANALISTA Y ASESOR FINANCIERO
25/10/2020
El pasado martes, la Comisión Europea (CE) se estrenaba como emisor de deuda, con el objetivo de recaudar fondos para el programa SURE, nacido para paliar los efectos económicos de la Covid-19. En la emisión inaugural, la CE conseguía una demanda histórica de 233.000 millones de euros, multiplicando por casi 14 veces el objetivo y duplicando la cantidad total del programa de ayudas. Pero, ¿qué es el programa SURE y en qué consiste esta emisión?
Para luchar contra las consecuencias socioeconómicas negativas producidas por el coronavirus, la CE creó el nuevo Instrumento de Apoyo Temporal para Mitigar los Riesgos de Desempleo en una Emergencia (SURE, de sus siglas en inglés). Este programa es la medida estrella de la UE para paliar los efectos en el empleo producidos por la pandemia. Para ello, la UE facilitará la obtención de préstamos en condiciones favorables para todos los Estados miembros que la soliciten. Estas ayudas supondrán un apoyo adicional a los Estados miembros a la hora de hacer frente al aumento de gasto público destinado a la preservación del empleo. Con ellas, cada estado podrá sufragar parcialmente los costes relacionados con la creación o ampliación de las políticas nacionales de reducción de tiempo de trabajo, así como otras medidas similares aplicadas a los trabajadores por cuenta propia.
La ayuda destinada al programa será de un volumen máximo de hasta 100.000 millones de euros. Para poder financiar esta ayuda, los fondos se piden prestados en los mercados de capitales. El organismo europeo ha procedido a una primera emisión de bonos por valor de 17.000 millones de euros. Para ello, se han emitido dos bonos con diferentes vencimientos: 10.000 millones de euros a 10 años y 7.000 millones a 20 años. Este activo de renta fija cuenta con la máxima calificación crediticia por parte de las principales agencias crediticias. La calidad crediticia, el tamaño de la emisión y la enorme demanda inversora, es una clara señal de que el mercado ha esperado con impaciencia esta emisión.
Los tres primeros países en recibir la ayuda serán Italia, España y Polonia. Pronto, serán el restante de los Estados miembros. Para finales de este año se espera otra emisión de bonos sociales que, junto con esta emisión, se estima alcanzar los 30.000 millones de euros emitidos. El resto del monto total de la ayuda se pedirá prestado en 2021.
La CE había anunciado el 7 de octubre que la captación de éstos se llevará a cabo mediante bonos sociales. Para ello, la CE ha adaptado un marco de bonos sociales evaluado de manera independiente, mostrando a los inversores la confianza de que los fondos movilizados servirán para un objetivo plenamente social. Johannes Hahn, comisario europeo responsable de Presupuesto y Administración ha declarado: «El carácter de bono social de la emisión ha contribuido a atraer inversores que deseen ayudar a los Estados miembros de la UE a apoyar el empleo en estos tiempos difíciles».
La decisión de que la emisión se haga a través de bonos sociales no es casual. Como hemos abordado en alguna otra ocasión, los bonos sociales son aquellos instrumentos de deuda destinados a financiar o refinanciar, total o parcialmente proyectos que pretenden obtener un resultado positivo social. Se rigen por los Principios de los Bonos Sociales desarrollados por la Asociación Internacional de Mercados de Capitales (ICMA, por sus siglas en inglés) y que además presentan estándares para la emisión de otros instrumentos de carácter sostenible. Actualmente, en materia de financiación sostenible hablamos de bonos verdes, bonos sociales y bonos sostenibles. Esta tipología de emisión ha intensificado su crecimiento de forma significativa, pasando el importe nominal anual emitido de 50.000 millones de dólares en 2015 a 330.000 millones de dólares en 2019.
Los mercados financieros desempeñan un papel fundamental movilizando recursos. Estos recursos no solo serán necesarios para apoyar la recuperación tras la pandemia, sino también para las inversiones a acometer para abordar otros retos vitales, como son la transición energética o las desigualdades sociales. Como hemos visto, la financiación vía bonos es una herramienta que se ha convertido en una de las mejores candidatas para ayudar a canalizar los recursos financieros de la UE hacia inversiones sostenibles y de impacto social.